SAN MIGUEL DE TUCUMÁN.- El carbón encendido ardía sobre la entrada principal de los tribunales tucumanos, que apenas se divisaban detrás del humo. Siete militantes kirchneristas controlaban el generoso asado que improvisaron en el acampe, justo enfrente de los despachos de los jueces de la Corte Suprema, el tribunal que definirá el futuro político e institucional de esta provincia. El Palacio de Justicia está sitiado.

A cinco metros de distancia, pero dentro de los tribunales, decenas de policías formaban con cascos, escudos y palos. Escuchaban el estallido de las bombas de estruendo que se colaba por la puerta principal del edificio, que fue blindada de apuro ayer ante el temor de los magistrados. Un colaborador judicial todavía recordaba el susto de esa mañana, cuando se encontró a un militante oficialista colgado de la ventana del despacho de un ministro de la Corte. "Estaba atando una bandera", se justificó un dirigente kirchnerista.

Amenazas, escraches y agresiones. Desde que se conoció el martes pasado el fallo que dispuso la anulación de las elecciones, Tucumán atravesó 72 horas de máxima tensión que todavía no cede. Tensión alimentada especialmente por los referentes del Frente para la Victoria, que reconoce que la presión, en especial la que ejercen sobre los jueces, es parte de su estrategia política.

La fachada de los tribunales quedó desfigurada desde que el oficialismo ordenó protestar con un acampe por la nulidad de los comicios. "Muerte a los traidores"; "Ojo con traicionar al pueblo"; "Fuera Monarquía Judicial", dicen los carteles, pasacalles y pintadas que improvisaron los militantes. Fue el propio Juan Manzur el que inició la manifestación en la plaza Hipólito Yrigoyen, el martes a la noche. Se trepó al monumento del líder radical, en el centro de la plaza, para dedicarle una arenga a los pocos militantes que iniciaban una protesta que, por ahora, no tiene fecha de retirada. En pocas horas la plaza se pobló de carpas, humo, bombos, cumbia y cánticos. Por la noche fueron el gobernador José Alperovich y su delfín, Juan Manzur.

"El que quemó las más de 3000 urnas fue el doctor (Salvador) Ruiz", dijo Alperovich y alimentó la efervescencia en la plaza. Era otro golpe para los jueces que declararon la nulidad de los comicios. Después del fallo, Ruiz y Ebe López Piossek viven recluidos. Un grupo de personas apedreó ayer -a las 6 de mañana- la casa de la camarista, que no contaba con protección policial. Ruiz permanece en su domicilio, con custodia.

Hubo más presión. Esta capital amaneció ayer empapelada con afiches que mostraban las caras de los magistrados con sus nombres completos. Sobre su frente, un símbolo verde dólar: "$". No expresaron ningún repudio. A última hora de la tarde, hubo más presión. Esta vez fue la presidenta Cristina Kirchner, por cadena nacional: "Uno ve que lo que constituye la base de la democracia de repente es atacado: dos jueces deciden anular la voluntad de cientos de miles, diciendo que algunos no saben votar porque son pobres". Y sentenció: "Las diferencias se dirimen a través del voto y no a través de fallos".

Tras las declaraciones de la Presidenta y del gobernador, el Frente para la Victoria dará un paso más. Denunciará a Ruiz y a López Piossek por sedición, es decir, por considerar que atentaron contra el Estado de Derecho. Pero la violencia puede convertirse en un bumerang. Como le sucedió el miércoles a Manzur, que sufrió un escrache en el aeropuerto de esta ciudad antes de ir a Buenos Aires para recibir instrucciones del Gobierno.

Rosa Nieva, militante del interior tucumano, dejó hace 48 horas Banda del Río Salí para instalar su carpa en la plaza Yrigoyen. "Somos pobres pero nuestro voto vale. ¿Qué se piensa este juez? Si provocan violencia, la van a tener", aseguró. Un metro detrás, imperturbable, Gabriel Alperovich, el hijo del mandatario provincial, conversa con dos amigos, mientras retumba la pirotecnia. Son unas 15 bombas ordenadas prolijamente justo frente al Palacio de Justicia. "¿De qué presión me hablás?", preguntó Marcelo Caponio, apoderado del FPV tucumano, ante la consulta de LA NACION. Encogió sus hombros y completó la respuesta: "Esto es el peronismo. Estamos en alerta y movilización. ¿Nos vamos a quedar de brazos cruzados si los jueces quieren anular la voluntad popular?"

Preocupación por la situación en la provincia

qLa situación política y judicial en Tucumán mereció un claro pronunciamiento del Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires. A través de un comunicado expresó "su preocupación ante los injustificados ataques y descalificaciones que están sufriendo los señores jueces de la Cámara en lo Contencioso Administrativo que, oportunamente, declararon la nulidad de las elecciones realizadas en la provincia de Tucumán". Recordó además "que la resolución del caso es de exclusivo resorte de los jueces y debe evitarse toda posible injerencia de los otros poderes".

qPor su parte la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE) manifestó su "preocupación frente a las agresiones que están sufriendo los señores jueces de la Cámara en lo Contencioso Administrativo que recientemente resolvieron la causa en virtud de la cual se decretó la nulidad del proceso eleccionario.