Los productores vienen atravesando en los últimos años una situación adversa,
ante las dificultades para lograr rentabilidad con los cultivos: la baja de los
precios, más los altos costos productivos, pusieron en jaque a los chacareros.
Hasta la soja, caballito de batalla de los productores, está complicada.
Pero, a poco de comenzar la siembra de soja, es bueno asomarse a lo que se
espera en un futuro cercano. "No habrá grandes novedades para los productores y
la cotización del cultivo se mantendrá", pronosticó William George, economista
senior del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) esta semana en
la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
George fue la figura estelar de un evento organizado por la Fundación
Instituto para las Negociaciones Agrícolas Internacionales (INAI) y la Red
Argentino-Americana para el Liderazgo (REAL), en el que colaboraron también la
propia Bolsa de Cereales, la Embajada de Estados Unidos y el laboratorio
Agropharma.Para el especialista norteamericano, uno de los factores que va a
mantener el precio de la oleaginosa en los próximos seis meses es la demanda de
la harina de soja por parte de China.
Si bien se desaceleró el crecimiento del PBI en el país asiático y hubo una
devaluación de su moneda, el Yuan, para George estas variables van a afectar al
ahorro de los chinos pero no sus niveles de consumo. “La importación de harina
de soja en China se viene duplicando cada 7 años”, aseveró durante el seminario.
En consecuencia, el experto estadounidense indicó que no ve cambios en el
precio de la oleaginosa a corto plazo y que la cotización seguirá en el mismo
nivel de los últimos meses.Por otro lado, el economista del USDA se sorprendió
la falta de rentabilidad que tiene el poroto en el país. “En Estados Unidos y
Brasil, con los precios actuales, la soja sigue siendo muy buen negocio”,
aseguró.
Asimismo, comentó que los cultivos de soja y maíz en su país no se vienen
desarrollando como el año pasado, en el cual los farmers habían obtenido rindes
históricos.
Por otro lado, el economista jefe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires,
Ramiro Costa, habló sobre la situación local y alertó que en esta campaña se
proyecta que los productores sembrarán hasta un millón de hectáreas menos
(-3,2%) en relación con el ciclo anterior, cuando se implantó un total de 30,9
millones de hectáreas.
Este dato surge, según Costa, de la caída del 17% del área triguera y en la
baja que se estima en la superficie de maíz, que sería de un 20%. "Hay que ver
si la soja podrá compensar esta caída del área de estos dos cereales",
cuestionó.
En cualquier caso, Costa adelantó que será una campaña muy complicada. "Al
descenso abrupto del precio de los granos, se asocia una política comercial y
tributaria que no es favorable para el productor y esto afecta a todo el sector
agroindustrial", aseguró Costa.
En este contexto, aseguró que la rentabilidad es negativa para todos los
cultivos en todas las regiones del país.En consecuencia, también alertó que
habrá un descenso en el uso de las tecnologías, lo que podría impactar sobre los
rindes potenciales de los cultivos.
"Desde nuestra entidad se promueve una revisión de la presión tributaria que pesa sobre los productores y también de las restriciones comerciales", concluyó el economista de la Bolsa.