CÓRDOBA.- Sembrar maíz es económicamente inviable. La definición es de la Bolsa de Cereales de Córdoba que, de acuerdo con su último relevamiento, indica que para campaña 2015/2016 la superficie sembrada llegaría a 1.054.500 hectáreas, 680.000 menos que en la anterior o una caída de 39%. La provincia es la principal productora del cereal en el nivel nacional.
Durante la última década, la Argentina registró un aumento sostenido en los costos que implicaron una caída en el poder adquisitivo de los distintos granos. Un ejemplo de esta dinámica son los sueldos del personal agropecuario: en 2005 se necesitaban 31 quintales de maíz para pagar el sueldo de un tractorista, mientras que en la actualidad son 66. La relación insumo-producto aumentó 110 por ciento en diez años.
En el caso del gasoil, la relación aumentó 130% en ocho años. Según la Bolsa cordobesa, a la suba de costos se agregó una creciente intervención del Estado a través del establecimiento de retenciones y fijación de cuotas a la exportación que se traducen en un menor precio para el productor. El "golpe de gracia lo dio el contexto económico", indicó el informe.
Si las proyecciones se confirman, la campaña 2015/16 será la de menor área sembrada de las últimos siete campañas.
La Bolsa, en su reporte, considera un plateo productivo promedio para Córdoba en el que el costo de producir una hectárea de maíz en la campaña 2015/2016 ascenderá a US$ 937, mientras que la disponibilidad de dinero desde la siembra hasta la cosecha para una superficie de 100 hectáreas ronda los US$ 50.000.
Con otro gobierno
La Bolsa de Cereales de Córdoba enfatizó que, ante esta coyuntura, es necesaria una "señal urgente para revertir la caída en la intención de siembra y evitar los impactos negativos que afectarán la sustentabilidad del sistema agropecuario y la dinámica económica en el nivel país".
Una de las particularidades del ciclo 2015/2016 es que los productores sembrarán con un gobierno y cosecharán con otro. Algunos candidatos plantearon la posibilidad de hacer cambios en la política agropecuaria, por lo que la Bolsa diseñó tres escenarios alternativos.
Si no hay modificaciones en la política agropecuaria, hacer maíz significará perder dinero, incluso en campo propio, con un margen negativo de 22 dólares.
Si se eliminan los permisos de exportación (ROES), el margen bruto en campo propio pasa a ser positivo por 102 dólares por hectárea, ayudando a cubrir casi la totalidad de los costos de estructura de la empresa, según la entidad. "Lo negativo es que no hay un retorno que compense el riesgo, sino que se sembraría únicamente por una cuestión agronómica de rotación, mientras que en campo alquilado se continúa perdiendo dinero", estimó.
Si se eliminan los ROES y reducen a la mitad las retenciones (de 20 a 10%), la entidad señaló que la producción de maíz vuelve a ser rentable tanto en campo propio como en uno alquilado. Se cubrirían "los costos de estructura y habría un retorno sobre la inversión del inicio de la campaña".
"Las autoridades políticas deben recordar que el maíz genera un volumen de producción por hectárea mucho mayor que cualquier otro cultivo y eso tracciona una gran cantidad de servicios asociados a la cosecha, servicios de almacenaje, viajes de camión, compra de gasoil, actividades en los puertos, que a su vez ayudan a dinamizar a toda la economía en su conjunto", concluyó.
El campo se moviliza a Buenos Aires
Los dirigentes de la Sociedad Rural, Confederaciones Rurales Argentinas y Coninagro participaron ayer de una concentración de productores en el Valle de Uco, en la provincia de Mendoza.
"Vinimos a acompañar para ser voceros de lo que sucede y que se vea el daño que ha causado el kirchnerismo en estos doce años", expresó Luis Miguel Etchevehere, presidente de la Rural.
Rubén Ferrero, presidente de CRA, anunció que las tres entidades del campo harán el 14 del mes próximo una jornada de protesta en Buenos Aires. "Va a ser en un lugar emblemático", dijo. No se descarta su realización en Plaza de Mayo, el Obelisco o frente al Congreso.