Todas las actividades productivas en Mendoza están en una grave crisis económica. Esto preocupa mucho en una provincia con perfil agroindustrial que agrega valor en origen, generando empleo, arraigo y desarrollo.

La crisis del campo en Mendoza tiene las mismas causas que afectan a las producciones de todas las provincias del país: inflación, excesiva presión impositiva, distorsión de precios relativos, retenciones y trabas a las exportaciones.

A esto hay que sumar el abandono absoluto del gobierno nacional que en vez de hacerse cargo de la situación de pérdida de competitividad a la que llevó a la producción, insiste con medidas que fracasaron rotundamente. La última de ellas, un impuesto que pretende gravar la producción de bebidas, como el vino.

Las consecuencias de estos errores son lamentables: las exportaciones del agro en Cuyo cayeron un 21% en los últimos cuatro años. A la región ingresaron 350 millones de dólares menos y eso genera una caída de la actividad económica y pérdida de puestos de trabajo.

Todas las producciones de Cuyo están afectadas: el productor de uva recibe el mismo precio que hace tres años, con costos que subieron a la par de la inflación. La exportación de mosto cayó un 24% y de las uvas de mesa, un 65%. El endeudamiento de los productores vitivinícolas subió un 300%, desde 2011 (según datos del BCRA).

La producción de ajo, uno de los principales cultivos de hortaliza de esa región, tuvo una fuerte caída en el área sembrada este año: un 60% menos, el nivel más bajo en los últimos 20 años. Los exportaciones están muy afectadas, entre 2011 y 2014, se redujeron un 62%. Caída que se profundizó este año, con la devaluación de Brasil, el principal importador de este producto argentino.

Otras productos afectados son: duraznos frescos, cuyas exportaciones cayeron un 62%, mientras que las ventas externas de los duraznos se contrajeron un 67%, entre 2011 y 2014. En el caso de las ciruelas frescas la caída fue de 82%.

El campo necesita que se atiendan sus reclamos de eliminación de las retenciones, restitución de los reintegros a las exportaciones, reducción de la presión impositiva y de la inflación, para poder recuperar la competitividad que destruyeron las políticas económicas vigentes. Sólo así se evitará la pérdida de miles de puestos de trabajo y se garantizará el desarrollo económico y el arraigo en todas las provincias del país.

Con esta consigna convocamos a una jornada de protesta, el próximo 14 de octubre en la ciudad de Buenos Aires, donde explicaremos cuál es la realidad del campo después de 12 años de kirchnerismo.