Para el 2014/15 proyectaban otro marco exportable, “sólo fue el 14% de lo esperado”. Se adhieren a los reclamos de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) que se declaren en estado de emergencia las economías regionales.

Según comentó el titular de CIAER, la actividad industrial se ha reducido casi a la mitad en lo que va del 2014/15 vs. 2013/14. “El arroz no recupera su ritmo de exportación y se mantiene muy por debajo. Al 31 de julio sólo se exportó el 14% de las exportaciones proyectadas para el 2014/15”, manifestó.

Por su parte, prescribió que se adopte un programa económico integral, que controle la inflación, restituya el tipo de cambio real a valores razonables, reduzca la presión fiscal y las regulaciones; que encarecen cada operación. Faltan acuerdos comerciales con países para acceder a mercados con aranceles accesibles, inversiones en infraestructura que nos permita competir desde todas las regiones. Este anuncio es consecuencia, a partir de la convocatoria realizada por CAME al Plenario Nacional de Economías Regionales, el pasado jueves 20 de agosto.

“El sector arrocero es una economía regional que, como muchos cultivos de nuestro país, atraviesa una crisis de profundidad sin precedente, con efectos gravísimos sobre la producción, el empleo, el arraigo y la economía en general de cada provincia involucrada”, graficó el presidente.

“El arroz cáscara para los 3 buques de Irak son 145.000 ton, sumándolas a lo exportado al 31/7. Argentina habría comercializado 267.186 toneladas base cáscara, apenas el 30% de lo proyectado para esta campaña”, dijo Gadea. Además agregó: “El saldo exportable rondan aprox. 630.000 toneladas (base cáscara)”.

Por consiguiente, recalcó “en marzo-julio del 2014/15 se exportó apenas un 25% relativo al mismo periodo en el 2013/14 y un 28% y al promedio exportado en los últimos 4 años”.

En el proceso industrial arrocero, emplea en promedio 1 persona cada 466 toneladas de arroz base cáscara. “Como la mayoría de las economías regionales, el actividad arrocera tiene un acto impacto socio-económico en las distintas localidades donde se encuentran los molinos, dando en consecuencia lugar a miles de empleos indirectos, difíciles de cuantificar”, describió.

Por su parte, Gadea para cerrar analizó diciendo que "gran parte de las actividades económicas de cada región necesitan exportar sus productos al mundo, porque el mercado interno no es capaz de absorber los altos volúmenes producidos".