China devaluó y los mercados del mundo se estremecieron. Hace meses, sin embargo, que los países emergentes vienen ajustándose a un nuevo escenario internacional. ¿La excepción? La Argentina. Si un inversor hubiera invertido en pesos en los últimos seis meses y luego transformado esos pesos al tipo de cambio oficial habría obtenido el mejor retorno de todo el mundo emergente.
El país es, según un ranking de monedas emergentes que elabora Bloomberg sobre la base de la cotización oficial del tipo de cambio y la tasa de interés que se paga por las inversiones en pesos, la mejor apuesta en los últimos seis meses, con un retorno en dólares de 3,68 por ciento. Claro, bajo el supuesto siempre de que los inversores pueden acceder al dólar de $ 9,28 que publica el Banco Central (BCRA).
De todo el ranking, sólo seis países vienen ofreciendo un retorno positivo en dólares en los últimos seis meses. A la cabeza, el peso argentino, seguido por la corona checa (3,53%) y, más lejos, por las monedas de Rumania (2,43%), Polonia (0,67%), Hong Kong (0,23%) y Hungría (0,03%).
El rendimiento del peso medido en dólares no llamaría tanto la atención si no fuera porque, en el mismo período, todos los países de la región exportadores de commodities, como la Argentina, sufrieron fuertes pérdidas, y se ubicaron en lo más bajo de la tabla. Por caso, quienes invirtieron en pesos colombianos llevan perdido en seis meses 21,78%, al tiempo que quienes apostaron por el real o el peso mexicano se anotaron bajas en dólares de 13,85% y 11,82%, respectivamente.
"Con las cifras oficiales, la Argentina fue la mejor inversión del mundo. Pero es una mentira porque nadie tiene la posibilidad [con la excepción de los minoristas que compran habilitados por la AFIP] de convertir sus pesos a dólares a esta tasa", dice a LA NACION el gerente financiero de una compañía de seguros, que pide no ser identificado.
Así y todo, coinciden los economistas, lo que el ranking pone en evidencia es el fuerte retraso cambiario que existe en el país, además de las altas de interés que se pagan por las colocaciones en pesos.
"Una Lebac [Letra del Banco Central] a 40 días rinde 28% en pesos, lo que significa un retorno en dólares de casi 4%. La tasa en dólares es alta porque el atraso cambiario es evidente. En Brasil la tasa es de 14%, pero la depreciación del real hace que en dólares el rendimiento sea negativo", explica Diego Martínez Burzaco, economista jefe de Inversor Global.
El Banco Central fue subiendo las tasas a lo largo del año para evitar que los inversores se vieran tentados a irse al dólar. Pero también parecen quedarse cortas si se tiene en cuenta que desde que el dólar en el mercado paralelo empezó a subir, a medida que se acentuaron las expectativas de una corrección cambiaria, trepó 28% versus 13% que rindieron los plazos fijos en el mismo período.
"La Argentina tiene un problema de atraso cambiario por doble vía: la devaluación de los socios comerciales, por un lado, y por el otro, su dinámica interna de inflación, que hace que pierda competitividad constantemente", explicó Martínez Burzaco. "Mientras no se resuelva el problema de la inflación, va a seguir habiendo presión cambiaria, aun si se estabiliza la depreciación de las otras monedas emergentes", agregó.
Desde Quantum Finanzas, la consultora que dirige Daniel Marx, señalaron en un informe que la Argentina mantiene un objetivo de estabilidad cambiaria que "contrasta" con los movimientos que se están dando en el mercado internacional, y que están emparentados con un dólar en el mundo mucho más fuerte. En este escenario, dice, las situaciones de Grecia y China sólo suman más incertidumbre.
Retorno que no concuerda con la realidad
Rendimiento
En seis meses, quien hizo una inversión en pesos a tasa de interés y luego compró dólares (al cambio oficial) con esos pesos obtuvo una ganancia en dólares de 3,68%.
Excepción
La Argentina se destaca así como el único país de la región con retornos positivos en dólares, pese a que es una economía en recesión y a que los precios de las materias primas se desplomaron