Tras marcar un nuevo mínimo de seis años durante la rueda, la soja pudo quebrar ayer la racha bajista de tres ruedas consecutivas y terminó con un rebote de 1,5%.
Esta vez pesaron más el piso en el que se encontraron las cotizaciones y los fundamentals de la oferta y la demanda, que la nueva baja del petróleo (otra vez con un mínimo desde 2009) y las caídas en las principales bolsas del mundo.
El contrato más activo en Chicago, noviembre 2015, cerró la rueda en u$s 333,5 la tonelada, un alza de u$s 5,2 desde el cierre previo ante lo que muchos analistas consideraron una reacción de los inversores ante el piso de cotizaciones registrado.
A esas compras de oportunidad se sumaron los datos semanales de exportaciones de oleaginosa y derivados desde Estados Unidos, que para el caso de harina de soja reportó una demanda mayor a la que esperaba el mercado.
La recuperación de la oleaginosa también esta relacionada al posicionamiento de los inversores ante los relevamientos del Pro Farmer Crop Tour, que se realiza por estos días y que hoy debería reportar los primeros resultados.
Según trascendidos, los resultados preliminares mostrarían un gran potencial para los rendimientos y por ende la producción final en algunas zonas de Estados Unidos, pero en otras habría previsiones de rindes más bajos que los del ciclo previo.
Con las bajas que parecieron frenarse ayer, los fondos especulativos redujeron sus posiciones netas compradas en casi 17.000 contratos o 20% desde el viernes último. Y si bien los pronósticos meteorológicos dan cuenta de que esperan menos lluvias de las previstas para lo que resta del mes (clave para los rindes) en EE.UU, se trata "de una señal, pero para una recuperación sostenida hace falta algo más", comentó el analista José Frogone.
En ese contexto, se estima que la volatilidad será una constante en las próximas semanas, al menos hasta el nuevo reporte mensual del Departamento de Agricultura norteamericano (Usda) que se conocerá en los primeros días de septiembre y cuando las labores de cosecha de soja y maíz comiencen en Estados Unidos. Operadores, inversores y analistas consideran que las cifras de área sembrada, rindes y producción estimada por el organismo en agosto (y que desató el desplome de las cotizaciones) están sobredimensionadas y que más temprano que tarde tendrán un ajuste hacia abajo que posiblemente apuntale algo el alza de los precios.
No obstante, el mercado también mira los factores externos. Como la devaluación del yuan y los problemas de la economía china, que encarecen las exportaciones de soja estadounidense hacia el gigante asiático.
De acuerdo con cifras oficiales, las ventas anticipadas de la cosecha gruesa norteamericana acumulaban la pasado jueves 10,5 millones de toneladas, contra las 19,5 millones de toneladas en la misma condición que se habían pactado para la misma fecha de 2014.