¿Hay motivos para un mayor optimismo? Ciertamente…
Quien haya observado los precios de los últimos días habrá nota que el mercado muestra mayor firmeza.
¿Estamos frente a una clara tendencia positiva? En primer lugar, son muy grandes las posibilidades para afirmar que la tendencia bajista ha finalizado. El piso habría quedado atrás.
Frente a un futuro inmediato, con una demanda mundial creciente, la oferta deberá soportar la presión de la primera.
Por eso, nos inclinamos a pensar en que hemos empezado a transitar una suave tendencia de precios internacionales en suba. Obviamente, con altibajos.
La principal razón del optimismo (moderado) viene de EE.UU.
Es cierto que el mercado climático está en la escena y ello hace que los precios adquieran gran volatilidad. Pero una cosa es el mercado climático y otra es la certeza de que las cosas no están evolucionando de la forma esperada en EE.UU.
Mayo y Junio batieron el récord histórico en cuanto a nivel de precipitaciones en los estados correspondientes al Medio Oeste.
Las lluvias alcanzaron tal magnitud que, en este momento, se estima que alrededor de 600 mil hectáreas de soja han quedado seriamente afectadas. Parte de esta superficie será resembrada y otra parte quedará gravemente afectada, por lo que los rindes serán menores.
Las lluvias de estos meses no dejaron sembrar en tiempo y forma la soja. Es más: todavía hay una superficie próxima al 5% del total proyectado sin haberse implantado.
Así están las cosas: en EE.UU las condiciones climáticas adversas en las zonas de producción de granos gruesos ya permiten disminuir las previsiones de producción de la campaña.
Es verdad que el USDA no acusa recibo de estos problemas. Por ello, los agentes del mercado, un tanto desconcertados, no están convencidos de los datos recientemente publicados por el USDA. Ellos estiman un rinde visiblemente menor al de los números oficiales.
Una explicación sobre la razón por la que el USDA no hizo una estimación negativa se encuentra en el hecho de que el organismo finaliza sus cuadros de oferta y demanda en los primeros días de cada mes. De esta forma no puede tomar en cuenta los problemas climáticos más próximos al fin de mes considerado.
En Agosto, el USDA realizará el relevo a campo y a consecuencia de éste deberíamos aguardar una mejora en los precios para ese mes.
Otro aspecto a considerar, además del climático, es el del valor del dólar respecto a las demás divisas. La realidad es que el “superdólar” podría aproximarse a su fin.
O al menos detendría su marcha ascendente.
Es un escenario muy posible luego de un período bastante largo de apreciación respecto al euro. En el último año, la moneda estadounidense se ha fortalecido casi un 20% respecto a las demás divisas.
Es probable que el dólar se encuentre cerca de su pico. En tal caso, podría darse un recorrido a la baja para fin de año.