"Actualmente compramos trigo de países que no tienen un comercio intenso con Brasil, como Canadá. Vamos a cambiar eso y priorizar los mercados que nos ofrecen reciprocidad, como es el caso de Rusia, uno de los principales destinos de carnes bovina, porcina y de aves", dijo la ministra de Agricultura del país vecino, Kátia Abreu.
La funcionaria dijo que en las próximas semanas Brasil dará el aval final para la importación de trigo ruso, dentro de una estrategia de priorizar el comercio con los países que adquieren bienes y servicios en Brasil, publicó la agencia de noticias Brasil247.
El gobierno de Dilma Rousseff también estudia liberar la importación de pescado ruso tras obtener la apertura de ese mercado a sus lácteos.
Brasil adquiere en el exterior más de la mitad de sus necesidades de abastecimiento de trigo, de unos 12 millones de toneladas anuales. Argentina es el principal proveedor, pero perdió su condición de abastecedor confiable debido a que aplica trabas a la exportación.
Esta semana, en coincidencia con la presencia de la presidenta Dilma Rousseff en Rusia, el gobierno ruso autorizó a 11 empresas brasileñas a exportar leche en polvo al mercado ruso. Otras 11 tenían los permisos.
La Asociación Brasileña de Lácteos (Viva Lácteos) espera alcanzar a abastecer en el mediano plazo una buena parte de las importaciones rusas de leche en polvo, de unas 630.000 toneladas anuales, o 1200 millones de dólares.