Manteniendo la intencionalidad de área de 3,5 millones de hectáreas, 20% de caída frente al ciclo pasado, la ventana de siembra va acercándose a su fin y con más señales negativas. Se enciende la alerta porque, además de la caída de intencionalidades, están faltando condiciones de humedad adecuadas para proseguir labores, particularmente en el oeste del país. El avance de las labores en Córdoba tiene un retraso de 15 puntos con respecto al año precedente, mientras que en La Pampa se lleva implantado el 10% contra el 80% del ciclo previo.

Un factor que actuaría negativamente sobre la productividad unitaria del trigo 2015/2016, como así también sobre la nutrición del suelo, sería el uso de baja tecnología en vista del resultado económico del cultivo. En una de las zonas trigueras por excelencia del país, como es el área de influencia de Tres Arroyos, se habla de una inédita reducción de la tecnología aplicada al cultivo. Según técnicos locales, hay muchos lotes implantándose sin fertilización de fósforo, lo que no sucede desde hace 30 años.

Se confirman las expectativas productivas en soja, con la finalización de las labores de recolección en la oleaginosa, centrándose en 60,1 millones de toneladas.

De a poco se van sumando a las cosechadoras los lotes tardíos y de segunda de maíz, restando un 30% del área para cerrar las labores a escala nacional, estimándose la producción en 25,8 millones de toneladas.

  • Trigo 2015/2016

De a poco se han ido ajustando los contenidos de humedad en los niveles superficiales. Las lluvias de las últimas semanas no lograron alcanzar a muchas zonas que siguen exhibiendo falta de agua. El centro y norte del oeste santafesino, gran parte de Córdoba, el extremo sur de Buenos aires y amplias zonas de La Pampa están con déficits de humedad y dado el típico patrón de lluvias invernal, es difícil prever una rápida recuperación de las reservas mientras el tiempo de siembra va en descuento. Sin lluvias, mayo estuvo dominado por una altísima humedad atmosférica que se extendió sobre parte de junio. Con el progreso del mes entraron las primeras heladas al centro de la región pampeana y se acentuó la falta de agua. Luego de casi dos meses sin lluvias significativas en muchas áreas de la región, las precipitaciones se presentaron finalmente en estas últimas semanas beneficiando el margen este del país. Esto se observa en la imagen de la Consultora de Climatología Aplicada -CCA-.


Yendo particularmente al panorama para la superficie destinada al cereal, en el norte de Buenos Aires (zonas como Junín, Lincoln y Pergamino) se esperan bajas de área de entre 17 y 20% con respecto al ciclo 2014/2015.

En el centro de la provincia de Buenos Aires, con lotes muy bien provistos de lluvias y algunos con problemas de excesos –en topografías bajas-, se esperan reducciones de área que oscilan entre un 10 y un 20%.

La situación del sudoeste bonaerense es delicada. Si bien se está tomando para la presente estimación que la cobertura de siembra triguera se reduciría en un 15%, hay una problemática muy fuerte y existe el potencial de baja de un 35%. Los resultados productivos de la gruesa y la imposibilidad de vender el trigo en esta campaña 2014/2015 han profundizado los problemas de los productores al punto tal que la situación conspira para emprender la actividad productiva en todo su potencial. De allí que, además de los malos márgenes del cereal 15/16, peligra la siembra del área triguera 2015/2016. Contrariamente a lo que pasó en otros lugares de la Región Pampeana donde se verificaron rindes records de soja, la gran zona de influencia de Tandil obtuvo una productividad unitaria de 11 a 13 qq/ha. La zona de Tres Arroyos también sufrió y obtuvo una amplia heterogeneidad de resultados en soja con rindes de 8 a 20 qq/ha. Por otro lado, los que tratan de sostener el cultivo en la rotación, en muchos casos lo realizan con un paquete tecnológico de mínima o nulo. Recordamos que los suelos de estas zonas se caracterizan por una acentuada deficiencia de fósforo y nitrógeno y por disponer de condiciones agroecológicas sumamente aptas para que el trigo exprese rindes por encima de 70 qq/ha, impensables en cualquier otra zona del país. Por eso muchos técnicos nos remarcan que emprender el cultivo de trigo sin fertilización fosforada es una situación inédita, no vista en los últimos 30 años. En esta zona y para el nuevo ciclo, también la colza está retrocediendo; sólo los planes de cebada se afirman y crecería la superficie avanzando sobre el área que dejaría el trigo. Buena parte de lo que no se cultive en el invierno pasará a soja, por lo que la relación de superficie de cultivos de verano frente a los de invierno se incrementará notablemente en el 2015/2016.

Teniendo en cuenta todas estas consideraciones, se estima que Buenos Aires dejaría de cultivar unas 300.000 ha de trigo respecto de las 2 millones que cultivó en el ciclo pasado.

En la provincia de Córdoba se restarían este año 130 mil ha en este ciclo, lo que representa una caída interanual de un 16% para el área triguera. En lo que se refiere a la provisión de agua de la provincia de Córdoba, las lluvias de los últimos días de junio llegaron con acumulados muy modestos, que, en general, estuvieron por debajo de los 10 mm y no han sido suficientes para reactivar la actividad de siembra en los lotes que faltan. Las zonas más atrasadas son las más mediterráneas sobre todo en el centro provincial (ver imagen de reservas de agua). Si no llueve en menos de dos semanas, está en riesgo la concreción de unas 100 mil ha hectáreas con trigo en la provincia.

De poco menos de 520 mil hectáreas sembradas con trigo en Santa Fe el año pasado, se proyectan casi 430 mil ha para el ciclo 2014/2015, lo que da un descenso del 16%. Pero es en el sur de la provincia de Santa Fe donde la pérdida llega al 23%. En este momento, sólo el centro oeste está, además, afectado por la falta de humedad. El marco de incertidumbre que afecta al cultivo puede quedar reflejado finalmente en mayores bajas de superficie.

Se estima que tomando el tándem que conforman las provincias de Chaco, Santiago del Estero, Salta y Tucumán se pasaría de las 445 mil ha cultivadas con trigo del año anterior a 220 mil ha en esta temporada (2015/2016). Esto implicaría una notable baja de un 50%. La situación económica, crítica en muchas regiones, ha relegado los planes de siembra con el cereal. Sólo en algunos sectores puntuales de Santiago del Estero con abundante provisión de agua, están aumentando los lotes de trigo reemplazando al próximo maíz en la rotación y como forma de competir con las malezas.

Con lentitud y problemas de humedad se desarrolla la siembra en la provincia de Entre Ríos. Habiéndose concretado aproximadamente el 30% cuando a esta altura del año pasado estaba implantada el 70% del total de la cobertura, la intención de siembra refleja una baja de área del 50% para el trigo. En base a información brindada por el SIBER, de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos, se pasaría de las 310.000 ha cultivadas en la 2014/15 a 160.000 ha para el 2015/2016.

Si bien los guarismos de superficie del trigo 2015/2016 seguirán revisándose mensualmente, hasta llegar a la configuración final, en el presente informe se estima un área total de 3,5 millones de hectáreas, lo cual es un 20% menor a los 4,4 millones de hectáreas cultivadas en la campaña anterior.

En el siguiente cuadro mostramos los datos estimados para cada provincia.

Las productividades para soja y maíz del ciclo 2014/15 quedan resumidas en los siguientes cuadros: