El nuevo informe semanal de comercialización agrícola publicado ayer por el Ministerio de Agricultura de la Nación dejó en evidencia la razón por la cual los precios del maíz y del trigo que percibe el productor están por debajo de la capacidad de pago de los exportadores.

En ambos casos, los volúmenes ya adquiridos están muy por encima de los cupos exportables habilitados por la Secretaría de Comercio; exiguos, si se tienen en cuenta los saldos exportables estimados por Agricultura en su último informe mensual de estimaciones agrícolas. Por esta situación, en la actualidad, no existe competencia entre los compradores que, sin urgencias, mantienen un nivel de precios deprimido para los cereales.

Para el caso del maíz, al 1º de julio la exportación compró 12.839.100 toneladas, frente a un cupo habilitado para su exportación de 11,50 millones y a un saldo exportable oficial de 18,50 millones. Ayer, los exportadores ofrecieron entre 870 y 900 pesos por tonelada del cereal, lejos del FAS teórico fijado por Agricultura en 1191 pesos por tonelada.

Acerca del trigo, los exportadores adquirieron 6.786.400 toneladas, muy por encima de los 4,20 millones de toneladas autorizados por el Gobierno para su venta externa y cerca del saldo exportable calculado por Agricultura en 7,20 millones. En el mercado, ayer las propuestas por trigo pan rondaron los $ 950, con picos muy puntuales en $ 1000, contra un FAS teórico oficial de $ 1410. Y si bien existe la referencia de trigo baja proteína, de $ 1226, en la práctica no hay interesados en esa mercadería.

Así, todo cupo que el Gobierno habilite por debajo de los volúmenes ya adquiridos por los exportadores tendrá un impacto nulo sobre los precios del maíz y del trigo.