El fuerte abastecimiento pesaba sobre el mercado, mientras se avanzaba adecuadamente con la siembra 15/16 en Estados Unidos. Los Fondos mantenían una posición vendida que rondaba el 10% del Interés Abierto, cercana a los máximos: 12%, mientras se cedía volatilidad: estaba en apenas el 20%, en un mercado estructuralmente cómodo.

Sin embargo, la definición de la cosecha 15/16 estaba recién en el primer acto en Estados Unidos, principal país productor y exportador de soja en el mundo. Cualquier complicación climática podría encender la chispa, sobre todo considerando la posición vendida de los Fondos (puro combustible): esta vulnerabilidad era lo más alcista que tenía el mercado.

Finalmente, las fuertes lluvias acumuladas durante la segunda mitad de junio en el corazón productivo norteamericano amenazaron la culminación de las tareas de siembra, complicando los trabajos de implantación y afectando el estado de los cultivos recién sembrados.

Así se comenzó a especular sobre la posibilidad de que finalmente se resigne parte de la intención de siembra de soja, pronosticada récord en el informe de marzo arriba de las 34 millones de hectáreas, sumándose, finalmente, prima climática, cambiando bruscamente la dinámica del mercado, al dar vuelta la posición de los Fondos especulativos que finalmente terminaron junio neutrales a levemente comprados: posición que no ostentaban desde diciembre 2014, habiendo iniciado el mes fuertemente vendidos tal como fue mencionado.

La recuperación del mercado se consolidó, quebrando la barrera de 1000 centavos (367 dólares) la posición julio 15 en Chicago, subiendo 40 dólares en un par de semanas, mientras que el reporte del 30 de junio fue la excusa fundamental para reafirmar este nuevo rango de precios, un escalón más alto.

Concretamente, el estado más complicado es el de MISURI, en el que el avance de la siembra finalizando junio alcanzaba el 94%, cuando debería estar en 97% promedio. En el informe del 30 de junio no hubo caída en la intención de siembra, si no que, dentro de lo esperado, se aumentó en 200 mil has el área proyectada destinada a SOJA. Hay que considerar, sin embargo, que la encuesta a los productores se produjo durante las primeras dos semanas de junio, cuando todavía no se habían desarrollado las complicaciones climáticas que afectaron las tareas.

Consecuentemente, para ajustar la información oficial a la realidad, el USDA va a repetir la consulta en las zonas comprometidas, ajustando la superficie sembrada en el informe de AGOSTO (día 12), que va a ser en el que mercado ponga foco, siguiendo además la evolución del estado de los cultivos en julio. La atención estará en el ajuste potencial de la proyección de la cosecha norteamericana que hasta ahora se estima en 104,80 millones de tons, levemente por debajo del récord histórico de la campaña anterior: 108 millones.

Por otro lado, el USDA continua recortando la calificación de los cultivos, cerrando junio con el 63% de la soja rankeada como bueno/excelente, vs el 72% del año pasado que fue un año récord, con rendimientos promedio arriba de los 32 qq/ha. En junio se proyectaron 30.94 para este año, algo optimista, aunque la definición va a estar en el clima de AGOSTO, que es el período clave en el desarrollo de los cultivos. Más allá de lo que se siembre, lo importante es lo que se trille.

Por el lado de la demanda, para la cosecha vigente el consumo fue mayor a lo esperado durante el tercer trimestre del ciclo comercial, eso se reflejó en el informe de stocks trimestrales al 1 de Junio, apoyando el rally, ante la expectativa de un nuevo ajuste de existencias 14/15 en el informe del 10 de julio. De hecho, si bien esta primera semana de julio se conocieron cancelaciones de ventas norteamericanas de soja disponibles por 10.300 tns, los compromisos 14/15 acumulados al 25 de junio totalizan 50,50 millones de tns, superando las exportaciones proyectadas por el USDA: 49,26 millones, lo que también sugiere una corrección o anticipa más cancelacionesr, quedando por delante todavía 9 semanas del ciclo comercial.

Por el lado de los embarques efectivos, acumularon esta semana 47,88 millones de toneladas de soja, 12,4% más que a igual fecha del año pasado. En base a las proyecciones mencionadas del USDA, desde ahora hasta el 30 de agosto (fin de la campaña comercial), se deberían embarcar unas 114.303 toneladas semanales para cumplir con este objetivo.

Desde el punto de vista local, los 2000 pesos que se pagaron abiertos esta semana por soja fábrica con descarga Zona Rosario, alentaron ventas y fijaciones de volumen, rondando el millón de toneladas, entre ventas con descarga y pricing. Las fábricas participaron activamente en el mercado, aunque están bien abastecidas, el margen se fortaleció con la suba del mercado de referencia y si bien las primas se ajustaron, el diferencial es grande, en línea con la performance esperada en un año de cosecha récord.

La exportación, por su parte, también se muestra estacionalmente activa, mejorando el precio abierto de la industria, ya que su necesidad y ritmo de originación es diferente, van contra la venta, contra el barco. Según el MINIAGRI llevan compradas 11,50 millones de toneladas de SOJA, embarcadas 7 millones, con Roes otorgados en línea con los 10 millones.

Hay que considerar que con la oferta renovada norteamericana a partir de septiembre/octubre, además de los abultadas existencias en Brasil, no le queda mucho margen adicional de maniobra a la exportación, ya que a medida que avancemos en el segundo semestre del año, la oferta estará más oculta y la soja argentina será menos competitiva. Si bien hay un colchón de volumen extra este año de por lo menos 10 millones de toneladas, este excedente esperará otras condiciones, otros incentivos para volcarse al mercado.

Fuente: Agroeducacion