La siembra de un 30% del área que se proyectó con trigo en la zona núcleo,
ahora está en riesgo por la falta de humedad en los perfiles del suelo. Es que
la falta de lluvias importantes, que ya lleva más de dos meses, fue consumiendo
las reservas y en esta coyuntura, a la que hay que sumar la baja rentabilidad
del cultivo, algunos productores están considerando apostar a ciclos más
precoces o pasar directamente a la soja de primera en la principal región
agrícola.
“La aguja del avance de siembra esta semana apenas se movió un 10%”, precisa
el último informe de la Guía Estratégica del Agro (GEA), que elaboran los
técnicos de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR). La coyuntura que describe
este trabajo no es alentadora para el cereal.
Es que en el largo mes que falta para el cierre de la ventana de siembra, hay
signos de que podría reducirse todavía más la superficie de siembra, sobre todo
en esta región. En este sentido, la Bolsa rosarina estimó en 3,5 millones de
hectáreas a nivel nacional.
“La decisión de implantar el cultivo podría caer en los próximos días porque los ciclos largos, que no llegaron a sembrarse, deberán remplazarse con ciclos cortos. Pero este cambio suele estar acompañado por costos más altos y los números no son holgados para la gramínea este año. Las probabilidades de que estos lotes pasen directamente a soja son altas”, concluye el informe de la BCR.