“La que viene será una campaña de transición. Y lo mejor que puede hacer una empresa agropecuaria es tratar de aprovecharla para saldar deudas y acomodarse financieramente; porque hay que estar listos para la campaña que realmente significará el despegue del campo y esa será, si el tiempo acompaña, la 2016/2017”, recomendó Pablo Calviño, asesor CREA, en el marco del seminario anual que Acsoja realizó, la semana pasada, en la Bolsa de Comercio de Rosario.
El ingeniero compartió un panel con el también asesor agropecuario Fernando Míguez y el dirigente agropecuario Néstor Roulet, quienes pasaron revista a los números que dejó la cosecha y analizaron cómo pararse para lo que viene. “Hay luz al final del túnel porque el próximo gobierno no tendrá otra posibilidad que cambiar las políticas para el agro bajando presión fiscal y liberando mercados”, aseguró Míguez.
Los expositores trazaron un escenario de precios planchados de acá a fin de año y si bien la soja de la próxima campaña llegará con nuevas autoridades, la siembra se encarará con condiciones financieras muy ajustadas y el trigo, otra vez, no será la caja chica para financiar la gruesa.
Por eso, Míguez recomendó que lo que se produzca tenga calidad de venta, tanto en trigo como cebada. “La calidad es la mejor forma de defender el precio de venta y preparar el terreno para las próximas campañas”, explicó.
Calviño recomendó tener especial atención en las negociaciones por los arrendamientos. “Ofrecer 14 quintales no le sirve al dueño del campo y el productor no puede pagar más de 12”, puso como ejemplo y llamó a agudizar el ingenio para comprometer al propietario con el negocio con nuevas fórmulas.
En la charla de cierre del seminario, disertó el economista Diego Marcos, quien proyectó un escenario de tasas de interés internacionales bajas, al menos hasta fin de año, en un contexto de producción petrolera en alza y con un dólar revaluado frente al euro, lo que es una mala noticia para la cotización de los granos. Y, sobre la demanda, aseguró que China, pese a que puede disminuir su ritmo de crecimiento, tiene fortaleza estructural para seguir siendo un creciente demandante de proteínas.