A pocos día de cerrar las alianzas electorales y listas de candidatos para disputar las PASO del 9 de agostos, se puede afirmar que el sector agroindustrial nuevamente quedaría afuera de la consideración de los políticos, por no tener una propuesta global de todas las entidades para el desarrollo del país.
El destrato se generaliza en el agro. Se lo tiene muy en cuenta para generar mayores producciones y exportaciones sin política anti cíclica y le demandan más ingresos de divisa con mayores impuestos sin poder participar en las mesas grandes de definiciones de las políticas para poder ayudar a aumentar las producciones del país. Recorriendo el mismo camino el destino siempre será el mismo: menores producciones y más productores expulsados del sistema.
Asumamos que los responsables principales de la actual situación son nuestros mismos dirigentes, que no supieron o no quisieron consensuar una propuesta de desarrollo por mayoría, para hacer valer el peso económico que tiene el complejo agroindustrial en las decisiones de cada una de las coaliciones electorales. Cada una de las entidades gremiales elaborar su propuesta - muy valorables cada una - pero está demostrado que así no tienen peso político sector con cuatro propuesta individuales.
Los políticos en la actual coyuntura - posiblemente en la próxima gestión también - siempre van a elegir la propuesta más populistas y de fomento a las industrias prebendarías con un dólar alto con impuestos por exportar al agro, para seguir viviendo con los nuestros en defender la mesa de los argentina. Es una cultural muy arraigada en nuestra sociedad, atrae un caudal mayor de votos y exige menos sacrificio a la sociedad aunque termine frenando las producciones e impidiendo exportarlas por falta de competividad, como ocurre actualmente con todas las producciones
Por apoyar esta cultura Daniel Scioli esta primero en las encuesta por ser la continuidad de la “década ganada”, mientras los otros candidatos se van quedando rezagados por el silencio de radio sobre los cambios de fondo que necesitamos por medio de un proyecto de desarrollo con inclusión planificado a largo plazo para terminar con la actual decadencia del país. No es tolerable después de los grandes ingresos en la “década ganada” seguir con índices de pobreza e indigencia que supera el 30% de los ciudadanos según el observatorio de la Universidad Católica Argentina.
Solamente hay que analizar las cifras que dio la Fundación Producir Conservando en XXIII Seminario Anual Argentina 2025 que demostró que por las actuales políticas en diez años, dejaron de ingresar 150.000 mil millones de dólares en la economía general, mientras el agro pago entre impuestos por exportar e intervenciones en el mercado casi 100.000 dólares. Está demostrado que si le sacan la pata de encima al empresarios agropecuarios podemos revertir estas pedidas, producir como mínimo 140 millones de TT en 2025 y duplicar los ingresos genuinos transformamos parte de las producciones en alimentos terminados.
Analizando lo ocurrido en el mes de mayo, con el paro de los aceiteros y el silencio de nuestra dirigencia empresaria y política ante esta grave situación, demuestra que el sector sigue sufriendo un destrato y desconocimiento permanente. Nuestra sociedad cree todavía que los costos del paro y los impuestos para exportar lo pagan los exportadores. No se dan cuenta la sociedad en su conjunto que dicho costo argentino e impuestos, lo pagan los productores con un menor precio de su producción.
La cifra de pérdidas del paro aceitero estimada por la Bolsa de Comercio de Rosario seria de más de U$S 185 millones que involucra a toda la cadena granaría. Se evaluaron las consecuencias de no poder fijar precios; los costos financieros por el quiebre de la cadena de pagos y los mayores gastos en almacenaje.
Existen otras erogaciones adicionales que no han sido contempladas. De todos modos, las pérdidas totales computadas en el presente trabajo ascienden a U$S 185,5 millones, considerando los muy posibles aumentos en los fletes marítimos que seguramente se generarán en el futuro como resultado del conflicto. Este costo adicional de U$S 150 millones podría repetirse anualmente que aumentaría costo argentino, que pagara el país.
Por otro lado el informe mensual de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (Copal), afirma que las exportaciones de las economías regionales cayeron 4,6% en el primer trimestre y mantuvieron así la racha negativa que arrancó en enero de 2014.
Las exportaciones de las economías regionales mantienen caídas continuas en los últimos 15 meses, observándose de esta manera la situación crítica y constante por la que están atravesando. Entre los sectores que registraron las mayores caídas se hallan: carne ovina (52,5%), manzanas (50,7%); aceite de oliva (40,5%); aceitunas (38,4%); lácteos (36,5%); carne aviar (32,9%) y peras (26,2%). No por casualidad son los reclamos de productores en el Valle, Cuyo y otros producciones del país como la producción de Biodiesel y Etanol, que se siente destratados por dirigentes y políticos, ante la crisis que se está viviendo por la falta ya crónica de competividad desde hace años para exportar. No se arregla la situación actual eliminando las retenciones, necesitan un dólar efectivo más alto todas las producciones para por lo menos empezar a recuperar los mercados perdidos.
Otro ejemplo para mostrar la incomprensión del país con el agro es la falta de reacción de los políticos con la siembra actual de trigo. Las últimas proyecciones dan que se sembraría un 15% menos de hectáreas que 2014-2015. Por no haber cambio en las políticas, se estaría promoviendo la siembra más baja de la historia reciente con 2.800.000 hectáreas.
El país con estas políticas dejó de producir en los últimos 10 años 27 millones de toneladas trigo que a un valor FOB representaron 8 mil millones de dólares. Por retenciones el productor pagó al estado 4550 millones y si agregamos los costos de la intervención del gobierno con el manejo de ROEs, suman un total de 14.885 millones de dólares que extrajeron al productor.
En 10 años -2004-2014- el trigo subió 335 % Bahía Blanca, el pan subió 1.100 % pasado de $ 2 a $ 24 el Kg en la actualidad y la inflación fue de un 800 % promedio según quien la mida. Conclusión el pan subió por la inflación y no por el costo del trigo que representa solamente el 9% en la estructura de costo del pan.
Conclusión: Los países similares al nuestro, que crecieron y se desarrollando, lo hicieron en base a una Agroindustria que exportaba en forma competitiva a todos los mercados del mundo en forma permanente. Por lo cual nosotros deberíamos copiarlos transformando las producciones en sus lugares de origen con mano de obra argentina. Tenemos todas las condiciones naturales y humanas para poderlo hacer en forma inmediata.
Para avanzar en esta línea, necesitamos solamente políticas de estado modernas consensuadas por el oficialismo y las oposiciones y apoyada por la mayoría de los productores para que transciendan gobiernos y dirigentes. Siempre va a ser mejor y más productivo para el conjunto del país señores dirigentes, trabajar institucionalmente unido en defensa de los intereses de todos los productores, en un proyecto moderno de crecimiento y desarrollos con inclusión para todos los rincones del país.
Por Arturo Navarro - especial para Agrositio