Las lluvias del mes de mayo lograron completar marcas que satisfacen los valores normales en el centro del NEA, pero dentro de un contexto caracterizado por una muy significativa sobreabundancia de agua hacia el este de Chaco y principalmente sobre la provincia de Formosa. Losa casi 60 milímetros registrados en Sáenz Peña durante el pasado mes fueron triplicados en Resistencia, pero los valores notables se ubicaron en Formosa donde en toda la provincia los registros tuvieron un piso en los 250 milímetros, claramente inusuales para el mes de mayo.

Si bien es razonable esperar que finalizando el otoño las lluvias más importantes se desplacen hacia el pantanal, la zona agrícola paraguaya, el norte de la Mesopotamia y el este del NEA, la oferta de agua observada ha superado todas las expectativas. En este sentido podemos considerar que el domo central y el oeste de la zona algodonera, se han visto beneficiados dado que si bien este sector no ha sido receptor de un volumen pluvial destacado, el predominio de registros cercanos a los normales (entre 50 y 60 milímetros), permiten ingresar al trimestre frío con cierta holgura de reservas. Teniendo en cuenta que al presente no hay coberturas con consumo, un buen manejo de estas reservas, más algunas lluvias permitirán arribar a la primavera en una situación que posiblemente encuentre a la zona en condiciones hídricas mejores que las habituales. Para ello es pertinente realizar con eficiencia las labores que favorecen la conservación de la humedad del suelo y los barbechos apropiados.

Las temperaturas han mantenido una marcha benigna a lo largo de mayo. Tanto las máximas como las mínimas experimentaron a lo largo del mes ligeros desvíos positivos, con mínimas en torno a los 15ºC y máximas que promediaron registros del orden de los 24ºC. En la zona central de Chaco, hubo un solo enfriamiento a principios de mes que se hizo sentir, aunque sin que se concreten heladas las mínimas cayeron hasta un piso cercano a los 3ºC. Esta fue la única irrupción de aire frío destacada, luego el aire cálido y húmedo se reposicionó en la zona y no ha perdido peso desde entonces. Es más, el NEA y el norte de la Mesopotamia tienden en el corto plazo a definirse como las áreas con mayor continuidad de precipitaciones.

La notable sobreoferta de agua observada en Formosa, se proyecta de los extendidos sistemas precipitantes que se han concretado en el centro sur de Paraguay. Es decir la provincia de Formosa y el este de Chaco se suman al norte de Corrientes y Misiones para configurar una zona con alta probabilidad de mantener suelos saturados o incluso anegamientos. De mantenerse este patrón, seguramente la zona núcleo algodonera no tendrá problemas en colectar lluvias para mantener un nivel de reservas sobrado. Recordemos que en junio la oferta normal de agua en el domo central cae a unos 25 o 30 milímetros, estadística que evidencia el cambio hacia el patrón pluvial de invierno, el cual normalmente alcanza un mínimo en julio con apenas 15 milímetros. Dado el actual panorama, es posible que el tránsito del trimestre frío sea más húmedo que lo normal, quizá esto no aplica con tanta probabilidad a la zona algodonera principal, pero es muy probable que se concrete en el este del NEA y el norte de la Mesopotamia.

Sobre esta condición favorable, debemos mencionar que en la actualidad el fenómeno de El Niño se encuentra en pleno desarrollo. Al presente no tiene una intensidad destacada y su impacto sobre el NEA en el invierno tiene una señal muy poco evidente, algo que se modifica rápidamente durante la primavera. Por lo tanto si actualmente vemos que el patrón húmedo puede sostenerse sin considerar el fenómeno de El Niño, podemos inferir que es alta la probabilidad de que las reservas de humedad se mantengan en niveles muy favorables en el trimestre frío. Esto es, no habría condicionamientos para el inicio temprano de las siembras de algodón y soja, además de que las pasturas no escasearían durante el invierno. Es lógico esperar que alguna irrupción de aire polar alcance el norte del país, pero esto parece perfilarse más bien como una excepción para este invierno.

En resumen es probable que el trimestre frío se mantenga húmedo y con temperaturas normales o superiores a las normales, con muy buenas chances de salir a la primavera con perfiles con poca demanda de agua. Para entonces sería favorable que El Niño confirme su efecto positivo sobre el patrón pluvial.

  • Por CCA - exclusivo Agrositio
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