ROSARIO.- En plena cosecha de soja, más de 35 barcos están varados en el Paraná y no pueden cargar granos por la protesta de la Federación Aceitera y la CGT San Lorenzo, que desde hace quince días realizan un paro, conflicto que ayer sumó un nuevo capítulo con tres piquetes en el Gran Rosario, donde se encuentran los puertos.
Mientras tanto, luego de una reunión en el Ministerio de Trabajo de la Nación entre las cerealeras y los gremios, donde no hubo acuerdo para levantar la medida de fuerza, se decidió pasar a un cuarto intermedio hasta pasado mañana. "No llegamos a nada, pero vamos a seguir negociando. El paro sigue", contó a LA NACIÓN Daniel Yofra, secretario general de la Federación Aceitera. Por su parte, al cierre de esta edición, Edgardo Quiroga, titular de la CGT San Lorenzo, confirmó el levantamiento de los piquetes.
Desde temprano, ayer los piquetes que montaron los trabajadores agrupados en la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines de la República Argentina (Ftciodyara) y la CGT San Lorenzo provocaron serios trastornos en el tránsito, sobre todo en los accesos a los puertos.
Los cortes de ruta se produjeron en las rutas 11 y A012, en la 11 y la 10 y en La Ribera, en el acceso a las terminales que se encuentran emplazadas en Timbúes, como Noble y Dreyfus. La protesta se centró en San Lorenzo por una razón: el gremio de aceiteros de esa localidad no está adherido a la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, por lo que allí las terminales seguían trabajando hasta ayer. Otras 40 plantas están paralizadas en el marco de la medida de fuerza de la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, que reclama un salario mínimo de 14.931 pesos.
Según operadores comerciales, 2000 camiones lograron pasar rumbo a las terminales antes de los piquetes. Muchos exportadores suspendieron los cupos para la entrega de mercadería por este conflicto, que también afecta a los productores en plena cosecha de soja. "Si no entregan, no cobran y después no pueden pagar sus vencimientos, como los de las tarjetas [agropecuarias]", precisó Lorena DAngelo, analista de granos.
Ayer, en el mercado de granos de Rosario el nivel de operaciones fue "casi nulo", según informó la Bolsa de Comercio local.
En uno de los piquetes, Quiroga, de la CGT San Lorenzo, se mostró dispuesto "a quebrarles el brazo a las empresas".
En este nudo de conflictos que atraviesa al complejo agroindustrial del Gran Rosario, de donde sale el 85% de las exportaciones de granos y los productos procesados, como aceites, harinas y pellets, la CGT reclama a las empresas cerealeras el pago de una equiparación salarial con el convenio de los aceiteros.
"El viernes vamos a volver a paralizar la zona", anticipó Quiroga.
En tanto, pasado mañana entra otro gremio en conflicto, como la Federación Marítima, Portuaria y de Industria Naval, que tiene gremios adheridos en la región.
Los aceiteros reclaman un aumento salarial de 42%, cifra que es rechazada por las empresas agrupadas en la Cámara Argentina de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara).
Ayer, después de casi tres horas de reunión en el Ministerio de Trabajo nacional, las partes decidieron pasar a un cuarto intermedio hasta pasado mañana, a las 15. "Hay cuarto intermedio. Lo bueno es que el camino del diálogo está abierto y sigue la negociación", expresó una fuente de la exportación. La fuente expresó que para destrabar el conflicto el sector ofreció una "suma puente" de $ 2500 no remunerativa por 60 días a cuenta hasta el cierre de la paritaria.
Los sindicalistas tienen su propio sistema de medición para valorar una canasta básica, que estimaron para el inicio de este año en 14.931 pesos en la categoría inferior. El cálculo se sustenta en estudios encargados a asesores económicos de la Universidad Nacional de Rosario y toma como referencia datos oficiales de la Encuesta Nacional de Gastos de los Hogares del Indec.
Con la colaboración de Fernando Bertello