Las ventas de soja por parte de los productores a precio en plena cosecha se han reducido en 1 millón de toneladas con respecto a las ventas efectuadas a igual fecha de la campaña anterior. Cuando se esperaba un aluvión de ventas ante la supuesta crisis financiera del sector, los excelentes rindes, record en muchas zonas del país, han amortiguado la caída en los márgenes bruto.
En otro orden, el paro del gremio aceitero en plena cosecha de soja altera el flujo comercial, afectando los envíos de los productores al puerto, los embarques y la industria. Peligra el futuro ingreso de divisas. Record de soja entregada a fijar por parte de los productores, condiciona el futuro ritmo de ventas e ingreso de divisas a partir del segundo semestre del 2015.
En plena cosecha de soja el gremio de los aceiteros comenzaron con un paro de actividades por tiempo indeterminado ante de la falta de acuerdo en la negociación de las paritarias. La Federación de trabajadores del complejo oleaginoso decidió esta medida que tendrá impacto directo sobre el principal sector exportador de la Argentina. El Polo procesador de soja más importante del mundo, está paralizado por la medida de fuerza y tendrá impacto directo sobre las exportaciones, el cumplimiento de los contratos del exterior y el ingreso de divisas.
La medida se produce en un momento donde ya se lleva cosechado más del 60% de la cosecha de soja, equivalente a un volumen de producción de 42,4 millones de toneladas. Y es el momento donde se produce la mayor actividad portuaria de recepción de mercadería, acondicionamiento, procesamiento y exportación, de soja, aceite y harina de soja. El paro de actividades influye directamente en el flujo comercial, alterando el normal ingreso de la soja desde la cosecha en los campos a los puertos e industrias aceiteras. El productor se verá obligado a buscar una forma alternativa de almacenar su soja en el campo o entregar la mercadería a su acopiador zonal. Y de esta forma se altera el flujo comercial en plena época de cosecha, pues una vez que el productor decide almacenar su soja la misma será vendida cuando el productor lo necesite, y no ingresara al circuito comercial hasta ese momento.
Esta situación coincide con una actitud de los productores muy cautelosa a la hora de vender su cosecha. Contra lo que se esperaba, un fuerte ritmo en las ventas de soja disponible, el productor ha decidido en esta campaña vender lo mínimo posible y retener lo máximo. Veamos que nos dicen los números, hasta el momento se llevan cosechadas 42,4 millones de toneladas y los productores han vendido (entre ventas a precio y a fijar) un total de 16,3 millones de toneladas, equivalente al 38% del total cosechado y al 27% dela producción total, estimada en el record de 60 millones de toneladas por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
Los productores han entregado a los exportadores y fabricas aceiteras, un total de 16,3 millones de toneladas, de los cuales 6 millones de toneladas se vendieron a precio y el record de 10,3 millones de toneladas se han entregado a fijar. Esta situación ha descolocado a los exportadores y aceiteras, pues se esperaba un aumento en el ritmo de ventas “a precio” por parte de los productores, ante la supuesta necesidad de cumplir compromisos bancarios, financieros y comerciales. Pero la realidad fue totalmente opuesta, y hoy el productor está reteniendo la soja en plena cosecha, con lo cual se puede esperar una mucha mayor retención a vender a partir del segundo semestre del año. Esta situación va a generar futuras distorsiones en los flujos comerciales, la liquidación de divisas y el ingreso por retenciones para el gobierno nacional, poniendo en riesgo el mantenimiento de las reservas del Banco Central.
Finalmente, será negocio retener soja?
*Si el gobierno mantiene la actual política de atraso en el tipo de cambio en comparación con la inflación, y los precios de la soja no mejoran, entonces no tiene ningún sentido retener la soja para vender más adelante. Se pierde ganancia financiera.
*Si a lo agregado en el punto anterior, se agrega la hipótesis de una potencial baja en el precio de la soja en el mercado internacional para el segundo semestre del 2015, retener soja será entonces el peor negocio.(es lo que sucedió con los que retuvieron soja en el 2014 y la vendieron en el 2015)
*Solo un fuerte aumento en el precio internacional de la soja o una devaluación del tipo de cambio oficial, podrán hacer que la estrategia de los productores de soja de no vender y retener, sea la más rentable.
*Los dados están en el aire, el clima en EEUU que impacte negativamente en su producción de soja y la posibilidad de una devaluación del tipo de cambio oficial. Hagan sus apuestas señores.
Por Pablo Adreani
Fuente: Agroeducación