Se lo voy a decir con respeto pero sin titubear, horas después del día Internacional de la Libertad de Prensa: ahora no me quedan dudas de que la jefa del programa de propaganda 6, 7, 8; la persona que lo impulsa, lo alienta y lo convalida, no es otra que usted.
Es usted, señora Presidenta, la que les facilita la pólvora a sus pequeños francotiradores de 6, 7, Rocho para que disparen a los periodistas, sin siquiera chequear un dato.
Es usted las que les da letra y les baja línea, a través de su hijo, Máximo Kirchner, y de otros incondicionales.
Es usted la que le suministra al mercenario Gvirtz los 40 millones de pesos por año para que destroce a gente que no le cae simpática.
Es usted la que lo manda al vicepresidente procesado Amado Boudou a 6, 7, Chorro a defenderse.
Es usted la que da la orden fría de destrozar al juez Claudio Bonadio, porque se atrevió a investigarla por lavado de dinero en la causa Hotesur.
Para qué nos vamos a engañar: que usted está detrás de esta banda, en el fondo, lo sabemos todos.
Lo saben las víctimas de sus ataques.
Los saben Marcelo Tinelli y Joaquín Morales Solá.
Lo saben Beatriz Sarlo, Martín Caparrós, Alfredo Leuco, Nelson Castro, Magdalena y Ernesto Tenembaum.
Lo saben Jorge Lanata y también Daniel Scioli.
Lo saben Mauricio Macri y Sergio Massa.
Lo saben el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti, y José Marìa Campagnoli, a quienes sus francotiradores de morondanga pretendieron ensuciar.
Lo supo también Jorge Bergoglio, el Papa Francisco.
Lo saben todos los argentinos.
Así como el peor Juan Perón tenía a su propio López Rega, usted cuenta con sus seudoperiodistas delatores de mentiras.
¿Y sabe por qué lo terminé de confirmar, entre otras obviedades?
Porque sus cachorros que ladran y muerden se parecen mucho a usted.
Hablan y actúan con una carga de odio y resentimiento casi idéntico.
Usan a Jaime Stiusso para presentar una cámara oculta contra un periodista y ahora dicen que Stiuso es el peor de todos.
Pregonan la buena onda y de las buenas noticias pero les sale espuma por la boca.
Parecen hechos a su imagen y semejanza.
Como si fueran sus ventrílocuos.
Tienen un jefe, el mercenario Gvirtz, que primero hace las cosas por plata, y después agrega a las falsas denuncias excusas ideológicas.
Lo ensayó primero cuando pasó de América TV a Canal 13.
Lo repitió cuando se dio vuelta como una media y se entregó mansito a los 40 millones de pesos por año que ahora le paga usted, con nuestros impuestos.
¿Se acuerda, señora Presidenta?
Antes de manotear el dinero oficial, su cachorro, su killer, su Lopecito de los medios, criticaba el proyecto del tren bala y la intervención del INDEC.
Decía que usted era peor que Fernando De la Rúa.
Pero en los últimos días le acaba de entregar su alma a Cristóbal López, su amigo, el zar del juego.
No me diga nada, señora Presidenta: seguro que usted puso en esta operación tanto interés como la que invirtió en la adquisición de otros multimedios paraoficiales.
Pero tenga cuidado, señora: parece que su amigo Cristóbal está coqueteando demasiado con Daniel Scioli y con Mauricio Macri.
Le sugiero, entonces, que se empiece a preparar: porque en cuánto deje de ser Presidenta, el mercenario Gvirtz le puede salir con un domingo siete.
Y pegarle una cuchillada en la espalda, como hizo con América, Canal 13, Lanata y Tenambaum.
Y permítame agregar algo más: por mis asuntos no se preocupe tanto.
Se lo dije varias veces a sus fieritas y se lo repito a usted.
La Cornisa no cobró ningún subsidio.
En cuanto nos enteramos de que algún funcionario distraído del gobierno de Santa Fe quería apoyar a la muestra De Walsh a Lanata a través de esa forma de pago, primero avisamos y después enviamos una carta a los responsables anticipando que la rechazaríamos.
Y la rechazamos.
Tengo mis papeles en orden, y por eso puedo hablar de frente y mirar a los ojos a las personas.
¿Usted, Presidenta, tiene todos sus papeles en orden?
¿No teme por ejemplo, que algún juez, tarde o temprano, reabra su causa por enriquecimiento ilícito que Oyarbide cerró sin investigar?
¿No tiene miedo de que Bonadio le impute el delito de lavado de dinero?
Ando solo por la calle y me siento muy orgulloso de tener a una leona como mujer, que salió en mi defensa cuando los gurkas de 67 Chorro no dejaban de provocarme.
¿Usted cree, señora presidenta, que si el mercenario Gvirtz fuera mínimamente conocido, podría salir a la calle sin custodia, después del odio, el resentimiento y la intolerancia que generó durante años?
En la anterior carta le pregunté qué problema tenía usted conmigo. Si era por la publicación de El Dueño y El y Ella, que estaba tan enojada, o porque el mercenario Gvirtz se había enterado de que está pronto a salir un libro sobre su escandalosa conversión que edita mi editorial, Margen Izquierdo.
Ahora sé que es por todo eso, y también por Margen del Mundo. Y por De Walsh a Lanata, 40 años de periodismo argentino.
Parece que, con este proyecto cultural, pusimos el dedo en la llaga.
Parece que pusimos en peligro el relato.
Que demostramos que se pueden hacer las cosas por encima de la grieta.
Y por amor al oficio.
Está formalmente invitada a la muestra, señora Presidenta.
Miles y miles de personas que la visitaron se fueron emocionadas.
Se conmovieron con el documental multipantalla.
Se enriquecieron con las biografías audiovisuales de 40 periodistas más relevantes de la Argentina.
¿Sabe, señora Presidenta?
Esos 40 periodistas fueron elegidos por sus pares y por el público.
A través de una encuesta impecable.
Sin el dedo de nadie y sin prejuicios.
Entre ellos, para que lo sepa, también va a poder ver a algunos de sus comunicadores preferidos, como Víctor Hugo Morales.
Dejeme que insista, señora Presidenta:
Venga a Margen del Mundo.
Le va a venir bien sentir un poco de amor por este oficio que tanto nos conmueve, en vez de destilar tanto odio, y ordenar a sus mastines que ataquen de nuevo.
Este es un año de campaña electoral y los votantes están muy susceptibles.
Si quiere conseguir más votos para usted, para su hijo o sus candidatos, demuestre a los argentinos que es capaz de convivir con quienes no la obedecen ciegamente.
Y ya que usted es la jefa máxima de esos trogloditas de los medios, pídales que dejen de morder y ladrar.
Que en vez de contar mentiras y manipular videos se tomen un tiempo para reflexionar sobre sus propias miserias.
La saluda atentamente
Luis Majul, periodista, en el día Internacional de la Libertad de Prensa.