La láctea santafesina Verónica acaba de lanzar al mercado una leche saludable que es única en Latinoamérica, y que tiene pocas experiencias equiparables a nivel mundial se comercializa en algunos países de China y Europa porque sus beneficios parten en la alimentación animal, y no son agregados a través de un proceso industrial. De ahí que sea naturalmente funcional, según explicó a El Cronista la directora de la empresa y líder del proyecto, Muriel Espiñeira, quien pertenece a la familia dueña de la compañía.
Se trata de una leche con ácidos linoleicos conjugados (CLA), un conjunto de ácidos grados beneficiosos para la salud cardiovascular y el sistema inmunológico. La investigación es resultado del trabajo del INTA, y el desarrollo se hizo en conjunto, en los tambos de la firma láctea. Es decir que se trata de un alimento funcional que resulta de una alianza público-privada.
Verónica, una de las principales lácteas del país, que recientemente debió salir a desmentir rumores de venta, firmó hace cuatro años con el INTA un convenio para hacer el desarrollo, y tiene por delante tres años más de exclusividad para comercializar la leche, que llegó al mercado en presentaciones UAT (larga vida), aunque a futuro la empresa no descarta llevar el mismo desarrollo a otros productos, como quesos y yogures. En principio, el mercado será solo local.
Dentro de los tambos con los que Verónica se abastece de la materia prima para su propia producción, la elaboración de leches CLA ocupa el 10% del total. El desarrollo consiste en darle a las vacas un alimento con menos grasas saturadas y más insaturadas, según explicó Espiñeira. "La idea es que se consuma en forma masiva, pero no deja de ser un alimento funcional", agregó. Por eso, su valor está algo por encima del precio de otros productos de la línea. sin embargo, la empresa informó que "el objetivo es que cualquier consumidor pueda introducirla en su dieta".
A los beneficios de la leche CLA se agrega que mejoran el metabolismo de las grasas, ayuda a equilibrar el colesterol bueno y malo, aporta el balance correcto de Omega 3 y Omega 6 y no pierde sus propiedades cuando se la usa para elaborar cualquier comida. Además, es apta para celíacos y altamente aconsejable para bebés, niños y madres lactantes.
El ingeniero Gerardo Gagliostro, investigador líder del proyecto de la
Estación Experimental Balcarce del lNTA, a cargo del desarrollo indicó que "se
pudo amplificar la concentración de ácidos grasos que son específicos de los
animales rumiantes y que nos dan protección contra la probabilidad de contraer
enfermedades como diabetes de tipo 2, algunos tipos de cáncer y la afecciones
cardiovasculares, entre otras".
Verónica procesa hoy 300 millones de litros por año.