El congreso, organizado por la Federación de Acopiadores, se realizará en Mar del Plata el 29 y 30 de abril. Después de una década con fuerte caída productiva, la posibilidad de que un próximo gobierno cambie las condiciones ya está generando mejores expectativas para la siembra de la campaña triguera 2015/16.
Debido a las distorsiones que ha sufrido durante los últimos años, el trigo se ha convertido en el cultivo que concentra los mayores interrogantes hacia el futuro. En este cereal recayó el grueso del impacto de las restricciones a la comercialización de granos impuestas durante la última década. Según el especialista Gustavo López, de la consultora Agritrend, en el período comprendido entre 2005 y 2014, entre retenciones a las exportaciones y restricciones comerciales, el trigo aportó unos 11.000 millones de dólares que representan el 13% de los 87 mil millones de dólares que el sector primario transfirió al resto de los sectores económicos.
En este contexto llega A Todo Trigo 2015, el encuentro que organiza la Federación de Acopiadores el 29 y 30 de abril en el Sheraton de Mar del Plata. El congreso ofrecerá el marco para el análisis de las diferentes cuestiones que en los últimos años vienen afectando al principal cereal argentino.
El cultivo de trigo está próximo a iniciar su siembra y se enfrenta a la incertidumbre que significa cosechar con otro gobierno. Entonces surgen las dudas: en el caso de que el oficialismo pierda las elecciones, ¿es factible que a partir del 11 de diciembre el sector encuentre un mercado libre y sin retenciones? Con un razonamiento similar aparece el siguiente interrogante: ¿cómo puede reaccionar el gobierno si las PASO no le resultan favorables? ¿Podría liberar cupos de la producción de la reciente cosecha y también de la próxima para hacerse de caja y cerrar su ciclo comprometiendo los ingresos del futuro gobierno?
La sustentabilidad del sistema de producción ha sido uno de los aspectos más resentidos en los últimos tiempos. El desaliento a la siembra de trigo acompañado de la caída de la superficie maicera –los cereales sólo ocupan el 32% del área agrícola nacional- se dio en paralelo con el crecimiento de la soja, que ocupa la mayor parte del resto de la superficie agrícola argentina. A nivel mundial esa relación es exactamente inversa, con el 70% ocupado por cereales. En Estados Unidos y Brasil, principales productores y oferentes mundiales de soja, esa relación es de 60% para cereales y 40% para oleaginosas. Frente a esta realidad, los productores y técnicos agropecuarios argentinos se preguntan: ¿Es sostenible en el tiempo una canasta productiva con una participación mayoritaria de oleaginosas?
En el sudeste y sudoeste de la provincia de Buenos Aires –partidos integrantes de las Delegaciones de Tandil y Tres Arroyos del Minagri- la caída en el área sembrada de trigo desde principios de los años 2000 hasta el ciclo 2013-14 fue de 1.6 millones de hectáreas a solo 630 mil hectáreas. Paralelamente, la evolución de la superficie con soja pasó de 150 mil a 1,7 millones de hectáreas durante ese período.
A raíz de estos datos, otro interrogante atraviesa los preparativos de A Todo Trigo: ¿Si se mantienen los actuales niveles de precios FOB y pensando en un precio interno del trigo del orden de los 160 a 200 dólares por tonelada, qué incremento tendría la superficie destinada al cultivo si se desmantela la actual estructura de restricciones comerciales y retenciones?
Perspectivas para el ciclo 2015/16
Gustavo López señala que a pesar del marco descrito, “las primeras proyecciones para el ciclo 2015/16 muestran mejores condiciones en cuanto a la siembra del trigo en particular y del resto de los cultivos en general”.
El analista indica que las expectativas de probables cambios en el marco de un nuevo gobierno, tendientes a la eliminación de los derechos de exportación y al desmantelamiento de las restricciones comerciales, permiten augurar una mejora en la superficie sembrada.
La posibilidad de obtener un precio “lleno”, es decir con mayor relación respecto a las cotizaciones internacionales (descontados los costos de exportación o “fobbing”) y contar con un mercado de competencia con mayor transparencia, “permitirían revertir la tendencia actual”, dice López. Y agrega que “esto ya se refleja en los mercados locales”. Al respecto, explica que si bien no se observan cambios significativos en los precios de exportación, aparecen mejoras relevantes en las posiciones futuras del mercado a término, lo cual implica un cambio en el humor de los operadores a partir de las expectativas de mayor producción.
En este marco toma especial relevancia el lema “Apostemos al trigo”, elegido por la Federación de Acopiadores para la edición 2015 del principal encuentro triguero del país. Toda la información referida al congreso y el detalle del programa puede ser consultada en www.atodotrigo.com.ar