Ni lerda ni perezosa, cuando el martes, al trascender la noticia del embarazo, a Florencia empezaron a lloverle felicitaciones, Cristina se dio cuenta de que no podía dejar pasar esa gran oportunidad. Obviamente ya habían festejado en la intimidad familiar en enero, apenas se confirmó la novedad. La señora estaba tan feliz que allí mismo la llenó de regalos: escarpines, ositos, sonajeros, una cunita, un departamento en Puerto Madero, un hotel en El Calafate y una cuenta en las islas Seychelles. Pero quería hacer algo más, porque se siente en deuda con ella: en entrevistas y hasta en un discurso ha confesado que su preferido es Máximo . Anteayer, Florencia abrió su mail y se encontró con una larga carta que le había escrito su madre. Lloró de emoción y sorpresa. La carta es, al mismo tiempo, expresión de júbilo y gratitud, mea culpa, retrato de familia, tironcito de orejas y, por supuesto, manifiesto político. Flor, que el sábado pasado se enteró por esta columna de la carta de Cristina a Máximo, me reenvió el mail de su madre con pedido de publicación. Los deseos de la Princesa para mí son una orden. Aquí va.
Florcita mía, me imagino lo contenta que estarás con haber podido revelar, por fin, tu gran secreto: que voy a ser abuela otra vez. Qué impresionante. Me parece que fue ayer cuando me contaste que estabas saliendo con Camilo, y cómo ha progresado esa relación, cómo ha madurado ese amor que ahora tiene su fruto con la llegada de una niñita. ¿En serio quieren ponerle Juliana? ¿Juliana, como la Awada? Para mí sería terrible. No te quiero presionar, pero me encantaría que lleve mi nombre. Pensalo: "Cristina Vaca Narvaja Kirchner". ¡Por fin una Cristina Kirchner montonera! Es como una reivindicación 40 años después. Me preguntarás por qué no me hice montonera en los 70. Mirá, con tu papá decidimos librar otro combate: nos radicamos en Santa Cruz y salimos a la caza de morosos de la circular 1050. Gente jodida, que se resistía a ir a parar a la calle. No era una gesta heroica, pero luchábamos por un ideal: el bienestar de nuestra familia. Vaya si lo conseguimos. Tuvimos bienestar, muybienestar, perfectoestar y millonarioestar. Eso sí, la guerra de los montos nunca nos resultó indiferente. Mientras la dictadura los iba masacrando, no sabés lo que sufríamos nosotros a 2000 kilómetros de distancia.
En el fondo, todo esto también es una reivindicación para vos. Porque, convengamos, bastante trabajo nos diste. Suerte que tu papá ya era presidente y habló con el Japonés García, el entonces intendente de Vicente López, para que en el colegio La Salle te dieran una mano. Después no sabías qué estudiar y un día nos dijiste que querías aprender cine en Nueva York. ¡Y te fuiste al imperio! Me vas a decir que en esa época yo moría por una foto con Obama. Y que a mí también me encanta Nueva York. OK, pero no iría a estudiar ahí. Estuve hablando en la Universidad de Columbia y también en Harvard, y te voy a decir una cosa: eso es peor que La Matanza. Suerte que volviste, aunque no por mucho tiempo. Te agarró el berretín de Europa, y meta viaje y viaje. Yo trabajando como loca, tu hermano dibujando las cuentas con Lázaro y con Cristóbal, y vos en un viva la Pepa. La verdad, fue providencial que apareciera Camilo. Ahora sí te veo encaminada. Vas a ser madre. Madre de Cristina Vaca Narvaja Kirchner. Es más que un nombre lindo. Es el relato hecho nombre. Es el nombre del relato.
Tampoco te quiero presionar con el bautismo: es decisión de los padres. Pero si quieren bautizarla, ojo con el cura. Yo creía tener todo arreglado con el Papa y fijate cómo me sacudieron los obispos esta semana. O se creen que no me doy cuenta de que cuando piden luchar contra la inflación, la corrupción y la pobreza están hablando de mí. Son injustos. Al frente de la lucha contra la inflación puse a Moreno, y como fracasó puse a Kicillof, y como fracasó lo vivo elogiando para que no se deprima. Al frente de la lucha contra la corrupción puse a Boudou (aguantándome los reclamos de De Vido, que dice tener muchos más méritos para estar en ese lugar). Y al frente de la lucha contra la pobreza puse a todo el gobierno, y en el gobierno no queda un solo pobre.
Otra cosa: ¿ya eligieron a los padrinos de Cristinita? Porque eso también es decisión de los padres. Pero si me preguntan, tengo mis candidatos. De madrina, Hebe. Hebe es lealtad, compromiso y ternura. El miércoles dijo que Scioli es "un falso y un hipócrita", y que "hizo mierda la provincia". No es una Kirchner, pero lo merecería. Y de padrino, Cristóbal López. Qué mejor para un chico que ser apadrinado por el rey del juego.
Si no les gusta, tengo otros candidatos: Gils Carbó y Víctor Hugo Morales. La Gils Carbó viene a ser como mi madrina en la Justicia y viste cómo me cuida, y Víctor Hugo está como loco por devolver algo de todo lo que le dimos.
Bueno, Florcita, no quería dejar de escribirte estas líneas. Quizás no te debería llamar más Florcita porque ya sos una mujer. Y te lo digo como madre, no como Presidenta: en estos años has crecido a tasas chinas, resististe los golpes de estado de ánimo, no sucumbiste ante los poderes concentrados de Máximo, el cepo de tu timidez no te impidió viajar por el mundo y el cine fue el instrumento para expresar tu relato.
Flor, te felicito de todo corazón. También a Camilo. Quedarán en la historia. Van a darle a la Argentina otra Cristina Kirchner.