El Dólar fuerte y la fuga hacia la calidad nunca ayudarán a nuestra economía real, dependiente de los precios de commodities. La excepción es la baja en el valor de los combustibles que importamos. El mediano plazo financiero ya empezó, con una violenta caída del riesgo país: La Argentina es noticia mundial por el rendimiento de sus papeles en Nueva York. La cuestión fiscal se centra en mucho gasto, mal financiado, y en la maximización de la tributación distorsiva, que ya destruyó nuestro comercio exterior.

Mondo cane

Dos noticias de afuera, signaron la semana: el Dólar, a menos de 1,1 por Euro y el Real, a más de 3 por Dólar. Mondo cane: ¡no nos sirve, para ganar en primera vuelta!.

La crisis del Euro y la prórroga de la agonía (que nos da en las Tsripas), amén de las aventuras de Vladimir, el Zar, (aunque Ucrania se pacifica y la UE no la abandona, por ahora) siguen sembrando dudas sobre el Euro, mientras la cautela de la FED, el fracking y el nuevo entusiasmo de Obama con Medio Oriente, fortalecen el Dólar. Esto es consistente con commodites más baratos y, por ende, problemas para La Argentina y ¿por qué no?, para Brasil.

Aunque el Ministro Axel diga que la nuestra es una estabilidad cambiaria valiosa, porque ya devaluaron en enero de 2014, la verdad es que la fuerte caída del Real y las tremendas dificultades que enfrenta Brasil, para poner en marcha una estrategia ortodoxa similar a la inicial de Lula (allá por 2003), nos complican la táctica de usar el Swap chino para refirmar la pax cambiaria, sin perjudicar demasiado a los sectores productivos.

La tasa larga americana está subiendo. El Bono a 10 años rinde 2,24%; 28 puntos básicos más que hace un mes. Revela que hay muchos apurados, en pos de que la FED suba rápido las tasas y comience a retirar la liquidez excedente. Pero la oferta ya se licuó sola, por la fenomenal demanda de dólares que proviene de los países afectados por la caída del precio del petróleo y, en menor medida, de los minerales y de las commodities.

Repasemos

- La relación Dólar/Euro cerró el viernes a 1,0963; con una caída del Euro del 12,6%, en 80 días y del 21,4%, en 10 meses. Dando vuelta la relación, en menos de un año, el Dólar se fortaleció 27,3%.

- La tasa larga, que ya dijimos subió 28 puntos básicos en un mes, todavía es 55 puntos básicos inferior a la de hace un año. Mientras duren las incertidumbres en el mundo, Obama y sus estrategas seguirán prefiriendo que la plata vaya a los Estados Unidos, obligando a sus enemigos a devaluar sus monedas y a perder poder financiero, vía menores precios de commodities.

- El petróleo cerró a U$S por barril WTI 49,61 con una caída del 53,6% con respecto a mediados de junio pasado. Hay dos hipótesis en los mercados: una la que habíamos anticipado, de 77 economistas que apostaron a U$S 63, para fin de año, en una encuesta del Wall Street Journal y otra de los que creen que -a ese precio- el fracking no crece y, por ende, hace falta un barril a U$S 75, a fin de año.

- El Real cerró a 3,063 por Dólar, con una caída del 10,5% en un mes y del 41,2% desde abril. Si me disculpa el Señor Ministro A. K., nosotros no devaluamos el 41,2% sino mucho menos. Y, para colmo, Brasil apenas un tercio de la inflación argentina, bien medida, con lo cual la pérdida de competitividad bilateral es poco menos que dramática.

- No conocemos los resultados de febrero, pero las exportaciones de nuestro país en dólares cayeron 18% en enero, interanual. Las importaciones lo hicieron al 19%, con hitos importantes que “nos llenan de amigos” en la Región: importamos 67% menos en Vehículos de Pasajeros. Un atenuante: las importaciones de combustibles cayeron 54% interanual, por suerte, con una merma de 24% en las cantidades (si uno piensa en el pálido nivel de actividad industrial, probablemente más que suerte, sea una desgracia).

- Para terminar de deprimir al ya extenuado lector, se compara lo que recibe el productor (chacarero) argentino, disponible y futuro, para las tres principales cosechas, gracias a la combinación de ROEs, Tipo de Cambio atrasado y Retenciones:

a) Trigo: 53,7 y 48,8% de caída interanual en el valor disponible y a julio.

b) Maíz: 31, 5 y 32,5% en el disponible y en cosecha (abril) y

c) Soja: 26,4 y 26,8% para disponible y cosecha (mayo).

- Ya vimos cómo nos afecta el mundo y nuestras propias barbaridades, en los sectores transables. Miremos lo que pasa con el no transable típico, Venta de Materiales para la Construcción que, por undécimo mes consecutivo revela -en febrero- una caída, del 6,8%, que es apenas un poco menor al 11,1%; registrado en enero. Si tanto en Transables como en los No, tenemos las siete plagas, ¿por qué nos va tan bien, con la percepción de los mercados sobre el futuro?.

Ya empezó el mediano plazo

La pax cambiaria se traduce en una devaluación oficial del Peso de 1,1%; en 30 días, acompañada por una caída del Dólar 3%, en el contado con liqui y del 2,7%; en el Bolsa.

Por supuesto que los papeles argentinos en Nueva York, pese a la pálida petrolera, están volando. Y muchos asesores de inversión creen que son una buena oportunidad, visto el traspié o el difuso modelo de Brasil.

El Merval subió 8,9 % en 30 días y, si bien los Bonos se tropezaron hace más de una semana, -cuando Griesa presionó a los bancos que estaban haciendo el research para colocar BONAR 25-, sin duda los Títulos son una excelente opción.

El BONAR 24 no mejoró mucho en los últimos días, pero se registraron subas del 20,6%; 14,4 y 7,7%, respectivamente, para el cupón PBI, en dólares, Nueva York; para el Par (en dólares, Nueva York) y el Discount (idem). Con lo cual, el riesgo país bajó 20% en un mes, hasta alcanzar la cifra de 570 puntos básicos. Es decir que, si YPF colocó Obligaciones Negociables, hace muy poco, a 8,75%, hoy podría hacerlo al 7,94% (suma de 2,24, del Bono del Tesoro, más 5,70 del riesgo país).

Algún día, los teóricos que trabajen sobre expectativas, que no son siempre tan racionales, deberán interrogar el misterio de lo que está pasando en nuestro país, cuando casi todas las políticas externas y la mayoría de las internas son perjudiciales para el desenvolvimiento económico y, aún así, la esperanza de un cambio, a 7 meses vista, induce a un posicionamiento en valores más bien escasos: ya se sabe que las empresas argentinas son remisas a abrir su capital y que, “teóricamente”, estamos en default de deuda pública.

Lo fiscal

No sabemos nada de las cuentas fiscales, de caja, del Tesoro, de enero. Para el gasto, nos tendremos que guiar por dos indicadores de financiamiento, que presumiblemente hablan mal de la política pública:

- Se dice que la ANSES sigue retirando pesos del Fondo de Garantía, que obraban en los bancos, para financiar al Tesoro, ya que -como es obvio-, el Banco Central no pudo bajar las tasas fijadas en diciembre para absorber el excedente de liquidez primaria y ya tiene un porcentaje asfixiante de Títulos, a su cargo, en relación a la Base Monetaria.

- Sí, sabemos que el Central emitió -en los primeros dos meses-, 4,6 veces más, para asistir al Tesoro, en relación a 2014 (de M$ 4,774 a 21.939). También tenemos claro que la reducción de Base es muy chica, pese a que hay venta neta de divisas y fuerte absorción vía LEBAC. Como se asustaron por los indicadores reales, entregaron pases y redescuentos al sistema financiero, en dos meses, por algo más de MU$S 1.000 (al Tipo de Cambio oficial).

Si miramos la recaudación de febrero, comprobaremos muchas cosas:

- No les fue tan mal, porque los recursos tributarios crecieron 31,3%, con las Contribuciones de Seguridad Social subiendo al 36,0% (SIC) y las Transferencias a las Provincias al 35,4%. Por eso, se nota la alegría de los gobernadores con aspiraciones electorales, al otorgar aumentos a maestros y tener las aulas llenas, donde el clima lo permite.

- Por supuesto que el comercio exterior no da ninguna buena noticia: los Derechos de Exportación cayeron 14,6% en febrero y los de Importación subieron apenas 0,3%. Estamos hablando en pesos, con lo cual “el mal se siente”. Se agrava aún más con Retenciones de Ganancias (en Aduana) 3,1% inferiores y de IVA, 1,3% menores (¡nominal!!!!).

- Pero, la fuente interna sigue dando bien (6 impuestos de fuente local crecieron al 30,2%; porque sigue impactando favorablemente la recaudación de Combustibles - que no bajaron al público o lo hicieron apenas un 5% en términos nominales-). Ayuda, y mucho, que eliminaran virtualmente las devoluciones de IVA y los Reintegros, con lo cual se ahorraron más de M$ 2.000. Por eso, el IVA neto les dio una mejora del 25,7%, que no es mucho, pese a los artilugios “ de la casa”.

- Entonces, ¿de dónde sale la mejora recaudatoria, ya que -como sostuvimos reiteradamente- no apostamos a una inflación interanual del 38% o del 35%, como ahora dice el Congreso, para enero 2015, sino más bien a una inferior al 30%?. Las claves son simples: Ganancias (DGI) recaudó 42,8% más y Bienes Personales, un 39,4% más. Se profundizan las distorsiones, tanto en las valuaciones de los inmuebles, que se basan en una inflación falsa y por lo tanto incorporan contribuyentes “a pasto”; como en el mantenimiento del Mínimo no Imponible para salarios y las bajas deducciones para Autónomos, que hacen exponencial el beneficio recaudatorio (aumentan más que proporcionalmente la alícuota marginal, que se aplica a ingresos -artificialmente incrementados por la inflación- mientras se mantienen congeladas las deducciones).

En una palabra, pésima performance externa y maximización de las distorsiones recaudatorias locales, que dan como resultado buen ingreso por tributos, medido con la inflación real que, al día de hoy, no debe superar el 30% (si uno anualiza la inflación del Congreso para enero, da el 28%, valor que -desde esta columna-, se sostuvo como el más probable en el último año). Por su parte, lo poco que se sabe del gasto es que los requerimientos del mudo Tesoro, al Central, se multiplicaron por 4,6 veces.

Por Lic. Jorge Ingaramo
Fuente: Años de Campo