SAN NICOLÁS.- El mundo no se vino abajo. Sigue creciendo, aunque a tasas menores que hace cinco años, y los países de la región, a diferencia de la Argentina, lo están aprovechando. Por eso producen más granos y más carne.

Esos conceptos se escucharon ayer en Expoagro de parte de empresarios y analistas del agro, que advirtieron sobre el estancamiento productivo que tiene el país en un contexto de demanda creciente de alimentos.

"En cinco años, Brasil pasó de cosechar 150 a 200 millones de toneladas de granos y aumentó el área sembrada en diez millones de hectáreas; la Argentina, en cambio, hace un quinquenio que apenas supera los cien millones de toneladas y en la última campaña redujo un 3% la superficie sembrada", advirtió el consultor Gustavo López, de Agritrend.

En carnes, hay otros países de la región que están ganando mercados. "Uruguay está por abrir el mercado de Japón", informó Luis Bameule, ex propietario del frigorífico Quickfood. Con el mismo status sanitario que la Argentina (libre de aftosa con vacunación) Uruguay exporta a Corea del Sur, México y los Estados Unidos, destinos a los que no entra la carne argentina.

La política aperturista de Uruguay, explicó, no afectó a su mercado interno. Su consumo es similar al argentino, con 60 kilos por habitante promedio. "Los cortes caros subsidian el asado, lo que más se come" dijo. "En los últimos 20 años, Uruguay mantuvo sin cambios su política de ganados y de carnes, pese a tener gobiernos con diferente signo político", destacó Bameule.

Por su parte, Miguel Schiariti, industrial y consultor, dijo que era errado restringir las exportaciones para contener los precios internos. "Espero que Costa (Augusto, secretario de Comercio) lo haya aprendido", dijo, en referencia a las trabas impuestas en 2014 que podrían repetirse si suben los precios de la hacienda en los próximos meses por un posible desbalance entre la oferta y la demanda.