Es por ello que hay campos con la humedad muy justa, incluso con plantas de maíz amarillas en sectores con tosca, mientras que campos vecinos muestran un panorama mucho mejor.

Todo indica que los rindes serán dispares en la región bajo estudio y en consecuencia la productividad en la zona será menor que en otras zonas agrícolas donde la lluvias han sido abundantes y parejas.

Proyecciones con fuertes quebrantos

Los precios de los granos gruesos a cosecha y del trigo disponible no hacen más que bajar. Las proyecciones del cuadro para siembras por administración en campo propio, muestran fuertes quebrantos en todos los cultivos. Sólo el girasol para el rango alto del rinde logra empatar los costos.

Los rindes de indiferencia que se requieren para cubrir la totalidad de los costos (directos y de estructura) son de 72 qq/ha en trigo, en un contexto en el que la mayoría de los lotes cosechados no llegó a rendir 45 qq/ha. Para soja de 1ª el rinde de indiferencia es de 28 qq/ha, para girasol de 24 qq/ha y para maíz de 89 qq/ha.

En campo arrendado, para los precios y costos que se muestran en el cuadro, ningún cultivo escapa al quebranto. Los rindes de indiferencia son de 83 qq/ha en trigo, de 32 qq/ha en soja de 1ª, 29 qq/ha en girasol y 101 qq/ha en maíz. Estas proyecciones muestran que el panorama es muy complicado.

Trigo, sin compradores

Hay complicaciones para vender el trigo, ya que los molinos están abastecidos y compran a cuentagotas, al igual que la exportación. Esto complica financieramente a los productores que necesitan vender la cosecha para cubrir gastos operativos y financiar los costos directos de los granos gruesos.

Ante la falta de autorizaciones para exportar los saldos excedentes del trigo, los precios ofrecidos al productor están casi 50 US$/tn por debajo de la paridad de exportación. Los precios son de quebranto.

Los costos, en tanto, siguen subiendo, mientras que los precios de los granos en baja determinan que cada vez se necesiten más quintales por hectárea para cubrir los costos. Pero hay limitantes productivas y climáticas que ponen un techo a los rindes. La solución está en quitar las retenciones a las exportaciones, al menos al trigo y al maíz, y liberar la exportación de los saldos excedentes.

Fuente: Diario Necochea