La persistencia de cortes de ruta en estados agrícolas clave de Brasil impulsó ayer la suba de los precios de la soja en la Bolsa de Chicago, a partir de la especulación de los operadores sobre la posibilidad de que importadores que no reciban los granos brasileños en tiempo y forma recurran al mercado estadounidense y contribuyan a descomprimir las abundantes existencias dejadas por la cosecha récord de 108 millones de toneladas.
Al cierre de los negocios, las pizarras de Chicago mostraron subas de US$ 5,97 sobre los contratos marzo y mayo de la soja, cuyos ajustes resultaron de 376,26 y de 377,18 dólares por tonelada. Durante la rueda, los fondos de inversión especuladores adquirieron unos 10.000 contratos, equivalentes a poco más de 1,36 millones de toneladas.
Pese a las medidas anunciadas por el gobierno de Brasil en la noche del miércoles, entre ellas la extensión por un año del financiamiento gratis para la compra de vehículos y la asistencia para consensuar tarifas de flete, una buena parte de los transportistas mantuvo los bloqueos en rutas de Paraná y de Mato Grosso, al no ver satisfecha una de las principales demandas: la reducción del valor de los combustibles.
Así, en los puertos de Paranaguá y de Río Grande ayer seguía la incertidumbre por lo que podría ocurrir si la medida de protesta se prolonga (como se amplía por separado). En cambio, en San Pablo, el tránsito de camiones quedó normalizado, lo que permitió al puerto de Santos (el más grande de Brasil) operar sin restricciones.
Al cierre de esta edición, Ivar Luiz Schmidt, representante del Comando Nacional de Transporte, sostuvo que "no aceptaban" las medidas dispuestas por el gobierno y que "no estaban dispuestos a levantar la huelga", según informó la agencia Reuters.
Cabe advertir que, así como la coyuntura brasileña impulsó alzas para los precios de la soja en las ruedas del martes y en la de ayer, es posible que una solución en el conflicto le reste al valor de la oleaginosa buena parte de lo ganado, dado que los fundamentos que mantuvieron las cotizaciones deprimidas persisten, como el avance de la cosecha en Brasil; el muy buen estado de los cultivos en la Argentina, y las abundantes existencias estadounidenses.
En el mercado doméstico, ayer bajó el precio de la soja con entrega inmediata. En efecto, las fábricas ofrecieron $ 2300 por tonelada con entrega hasta mañana sobre las terminales de General Lagos y de San Martín, $ 50 menos que anteayer.
Sin embargo, la propuesta por soja con entrega durante la primera quincena del mes próximo se elevó de 260 a 265 dólares por tonelada, mientras que la mercadería para la segunda quincena de marzo se negoció sin cambios, en 240 dólares.
La soja con descarga en las terminales próximas a Rosario durante abril también se mantuvo estable, en US$ 235 por tonelada, aunque el interés de algunos compradores habría posibilitado la concreción de operaciones en US$ 240. Ayer, la Bolsa de Comercio de Rosario relevó negocios por 20.000 toneladas de soja con entregas diferidas, por debajo de las 30.000 toneladas de la rueda anterior.
En el Mercado a Término de Buenos Aires (Matba), las posiciones abril y mayo de la soja subieron US$ 2,80 y 3,10, mientras que sus ajustes fueron de 237,60 y de 239,40 dólares por tonelada.
Respecto del maíz, tras cuatro ruedas negativas, los contratos marzo y mayo en Chicago recuperaron US$ 1,67 y 1,87, en tanto que sus ajustes fueron de 149,60 y de 152,94 dólares por tonelada.
En la plaza local, los exportadores ofrecieron $ 1080 por tonelada de maíz disponible para Bahía Blanca y $ 950 para Rosario, $ 20 menos que anteayer. El cereal con entregas diferidas a mayo/junio se cotizó a US$ 115 en Rosario; a US$ 126 en Bahía Blanca, y a US$ 120 en Necochea.
Las posiciones abril y julio del maíz en el Matba perdieron US$ 0,70 y 0,60, mientras que sus ajustes fueron de US$ 115,80 y de 119,80.
En cuanto al trigo, los contratos marzo y julio en el Matba resignaron US$ 6,50 y 2,en tanto que sus precios quedaron en US$ 113,50 y en 136.
Incertidumbre en Paranaguá y en Río Grande
SAN PABLO (Reuters).- En Paranaguá, el segundo puerto exportador de granos de Brasil, sólo 28 camiones entregaron maíz y soja en la mañana de ayer, contra los 950 que llegan normalmente en esta época del año. "El puerto tiene soja en los silos para mantener las operaciones de carga hasta el lunes próximo. Después de eso, no sabemos", dijo el vocero del puerto, Peter Brodbeck.
Desde la terminal de Río Grande, la tercera en orden de relevancia exportadora, se dijo que sus operaciones se han visto ligeramente afectadas. "Las terminales reportaron dificultades para completar las cargas de los buques esta mañana", indicó el vocero Andre Zenobini. Y añadió: "Se teme que los problemas aumenten el fin de semana si la situación no cambia".