El Ing. Jorge Frana es uno de los referentes del INTA en el combate contra insectos que afecta a los cultivos. Consultado por InfoRural CASTELLANOS, aportó una visión muy positiva en cuanto a la evolución de los cultivos frente a las condiciones climáticas actuales. "En términos generales la campaña viene bien, en especial porque hubo un gran aporte de agua. Ahora bien, el agua es buena por un lado y no tan buena por el otro. Justamente tocando los términos de la sanidad de los cultivos, desde el punto de vista de las enfermedades, la alta humedad relativa del ambiente favorece el desarrollo de los hongos. Sin embargo, hasta ahora podríamos decir que dentro de todo no hay grandes riesgos de pérdidas de rendimiento ocasionadas por enfermedades.
Para Frana, "en lo que hace al ataque de insectos, nosotros nos basamos en lo que se denomina ‘umbral de tratamiento’. Es un número que las investigaciones nos indican que es el apropiado para tomar como referencia con el fin de aplicar un tratamiento. Es el número a partir del cual se justifica económicamente el mismo. En ese contexto debo decir que hasta ahora no hizo falta que aplicáramos ningún control de insectos. Esto no significa que no haya algún lote en particular donde se haya superado ese umbral y haya sido necesario aplicar el tratamiento".
-¿Se actúa de la misma manera con las enfermedades? Con respecto a las enfermedades también existen esos umbrales de tratamiento, aunque no se dan en forma tan nítida. Por ejemplo, cuando se detecta la presencia de la roya de la soja, hay que intervenir porque no hay vuelta que darle. Pero lo principal en este caso es detectarla.
Por ejemplo, ahora estamos en conocimiento de la presencia de roya en Entre Ríos, mientras que aquí en Santa Fe se detectó roya en algunos lotes de San Justo y su zona. Eso no garantiza que lo tengamos acá en nuestra zona. Por eso lo que sugerimos es que cada lote sea monitoreado.
-¿De qué manera se hace el monitoreo? -Hay que sacar 40 hojitas de distintos puntos de cada lote. Se observan esas hojas con una lupa y se verifica si existe o no la presencia de la roya. Si existe, se aplica el fungicida. De esta manera, como lo sugerimos nosotros, estamos observando que se da un notable ahorro en el uso de plaguicidas. Desde el punto de vista del productor, se ahorra un costo importante. Pero además, hay un beneficio ambiental notable que es todavía más importante.
¿Cada cuánto tiempo es aconsejable realizar el monitoreo? - Tanto para control de insectos como de enfermedades debe realizarse semanalmente. Con esa periodicidad se tiene un seguimiento adecuado de la planta y tiene una idea acabada de cómo va evolucionando: es como ver crecer a un chico, salvando las distancias.
-¿En este momento cuál es el riesgo que aparece como más probable, con las condiciones de clima que estamos teniendo? - Digamos que se puede estar viendo un poco de tizón en soja.
Pero las enfermedades de fin de ciclo no son devastadoras. No va a ocurrir que aparece una enfermedad que te hace desaparecer el cultivo. Por eso yo diría que el productor no se tiene que alarmar.
Cuando apareció la roya de la soja, más de diez años atrás, parecía que si nos tocaba la roya no íbamos a producir más soja. Sin embargo nosotros veníamos bien armados, porque en el INTA teníamos ya un sistema de monitoreo en la región del RIIA (Red de Información de Interés Agronómico) desde el norte de la Provincia hasta nuestra zona.
-¿Están apareciendo algunas malezas también? - Sí, pero en ese caso la problemática es distinta. Las malezas aparecen porque hay un uso intensivo de un solo tipo de herbicida, que es el glifosato, y eso hace que algunas malezas adopten una cierta tolerancia al glifosato, que las hace resistentes.
En esos casos hay que rotar. Si uno hace un paneo general de la gran región verá que aparecen algunos yuyos especiales, pero es producto de la oferta de lluvias. Esa humedad favorece la germinación de las semillas latentes en lo que nosotros denominamos "banco de semillas", donde se van produciendo flujos de germinación a medida que cae el agua. No se puede salir todas las semanas a apagar eso con el herbicida. Algunos yuyitos en el cultivo no son tan dañinos.
Finalmente, Frana señaló al portal Castellanos que "el maíz evolucionó muy bien. Los de primera están terminándose y los de segunda están entrando en la etapa de polinización y sospechamos que van a andar bien, porque no hubo plagas preocupantes".