La soja tocó ayer un valor máximo en seis semanas, al quedar al borde de u$s 380 la tonelada, en medio de la preocupación de los operadores sobre los retrasos en la cosecha en Brasil y el paro de camioneros en ese país, que ayer se extendió a 11 estados y que puede afectar los traslados de granos y oleaginosas a los principales puertos de exportación.
En las primeras horas de la rueda en el piso de Chicago, la oleaginosa llegó a subir 10 dólares contra el cierre previo y se ubicó en u$s 379 la tonelada, un valor que no alcanzaban los contratos más activos desde el 12 de enero último.
Finalmente, una toma de ganancias recortó la escalada y la soja marzo en Chicago cerró con una mejora de 1,7%, a u$s 373,3 por tonelada.
Como indicó El Cronista, en su edición de ayer, a pesar de que no existen problemas fehacientes que afecten los fundamentals del mercado de commodities, los problemas que comenzaron a registrarse en Brasil hacen temer a los operadores que China, que hoy vuelve al mercado y se espera con renovada demanda tras los feriados de Año Nuevo, busque adquirir una mayor cantidad de soja sin procesar en Estados Unidos, lo que bajaría los holgados niveles de stock de la oleaginosa en EE.UU. para los próximos meses.
A eso se sumó que por la ola de frío que afecta a Estados Unidos, en especial los ríos del medio-oeste norteamericano, la terminal de exportación del Golfo de México está en niveles de existencias más que ajustados.
En ese marco, los fondos especulativos que están desde hace semanas con posición neta vendida en soja, salieron a cubrir posiciones ante las novedades coyunturales.
No obstante, los analistas todavía dudan de la fortaleza que puede tener esta racha alcista, y la principal preocupación pasa ahora por conocer cuánto se prolongará el conflicto de los transportes en Brasil, donde camioneros de ahora 11 estados brasileños bloqueaban de manera parcial las rutas estratégicas en protesta por el incremento de los precios de los combustibles, los valores de los peajes y los bajos precios que reciben por los fletes.
Aunque el impacto de la protesta camionera por ahora se siente en el abastecimiento de combustibles y productos no perecederos en algunas regiones de Brasil, ayer los bloqueos se acercaban a los puertos de Santos y Paranaguá, el principal para la exportación sojera del principal socio del Mercosur, lo que puede acarrear retrasos considerables en los embarques y darle presión adicional sobre los precios.
El alza externa contagió las operaciones locales. Para la soja disponible se ofrecieron hasta $ 2410 la tonelada. Eso posibilitó cerrar negocios por unas 80.000 toneladas, según relevó el informe diario de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
Para entregas más diferidas, Marzo operó a u$s 265 la tonelada, mientras la posición Mayo 15, correspondiente a la nueva cosecha, alcanzó los u$s 240 la tonelada, para cerrar a u$s 239,3 por la misma cantidad, 1,4% por encima del cierre del lunes. Bajo esas modalidades, se negociaron 100.000 toneladas, de acuerdo con el relevamiento de la BCR.