Desde hace meses, incluyendo una asamblea regional de las sociedades rurales en Tres Arroyos, el campo viene denunciando que se ha producido un "extraño" acuerdo de los organismos privados adquirentes del trigo, que significa que los valores reales que se pagan al hombre de campo son netamente inferiores a los que deberían abonarse con los montos de comercialización internacional, ya afectados en el país por las políticas nacionales en la materia.
En los archivos de La Voz del Pueblo, en marzo de 2007, figura la publicación de una carta que un productor rural de Tres Arroyos, Roberto Mario Vassolo, dirigiera en aquel entonces al secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, posteriormente desplazado del cargo en virtud de los arbitrarios conceptos aplicados en su gestión.
Se trata de diferentes situaciones, pero en ambos casos de perjuicio directo a los productores, en una cifra de 30 dólares la tonelada de trigo (equivalente a 120 dólares la hectárea, a un rendimiento de 4000 kilos). En aquel entonces, Vassolo se refería a la falta de eficiencia de un régimen de subsidios y proponía medidas financieras que le permitirían recuperar ese perjuicio a los establecimientos agrarios. Inclusive decía lo siguiente:
"El mecanismo de subsidios que se ha previsto es sumamente complejo y la realidad es que no ha pasado absolutamente nada hasta el día de hoy. Tratando de colaborar humildemente desde este lugar, se me ocurre una forma mucho más sencilla y de menos costo para producir el efecto buscado. A los exportadores les falta comprar aproximadamente 1.5 millones de toneladas y piensan que las necesidades financieras de los productores los obligarán a venderlas antes de junio a los precios de remate actuales.
"Si el Banco Nación sale con una campaña agresiva de warrants a un interés razonable a los productores directamente, o a través de los acopios y cooperativas, automáticamente cambia la sensación que hay hoy en los compradores y, no le quede ninguna duda que se obtiene el efecto que se está buscando, prácticamente sin costo para el Estado".
En aquel entonces se hablaba de 30 dólares la tonelada, mientras que hoy se trata de 500 pesos, es decir alrededor de 50 dólares. Aplicando el mismo cálculo de producción, se trata de algo así como 200 dólares por cada hectárea cosechada, tomando un rendimiento ideal promedio para esta zona.
Es fácil estimar que con productores que no solamente vienen de capa caída, sino que están cosechando menos kilos, el perjuicio puede impactar en el equilibrio financiero de nuestro agro regional.
Los problemas del campo repercuten directamente en la economía de este sector de la provincia, lo que es sabido y evidente. Por tal motivo, la preocupación de los productores alcanza a muchos que se podrían ver afectados. Y como lo mencionamos, se vienen repitiendo a través del tiempo.