Un escenario de precios agrícolas más bajos, en relación con el ciclo anterior, y márgenes ajustados o negativos, induce a los productores a buscar nuevas modalidades de contratos de arrendamientos: a porcentaje de rendimiento, a quintales fijos, o a una combinación entre ambos, según informó Ámbito Financiero.
De acuerdo con un relevamiento realizado por la Bolsa de Cereales de Córdoba durante el mes de octubre, publicado por la Voz del Interior, el arrendamiento promedio en la provincia de Córdoba es de 9,5 quintales de soja por hectárea. "Si bien estos costos corresponden a promedios zonales, podrían negociarse otros valores por características especiales de los suelos, malezas, entre otras variables", aclara el informe.
Respecto a la estimación de julio, el valor cayó medio quintal por hectárea, principalmente por las perspectivas económicas más desfavorables al momento de acercarse la siembra de la gruesa.
A nivel mundial existen una serie de factores de tinte bajista que han contribuido al descenso en las cotizaciones de los cereales y oleaginosas durante 2014 y que podrían poner un techo a futuras alzas en los precios. Entre estos factores que afectan a todos los cultivos se encuentran el proceso de fortalecimiento del dólar a nivel global, quitando poder de compra al resto de los países; el débil crecimiento de la economía mundial con su consiguiente efecto sobre la actividad agroindustrial y las caídas en el comercio; a lo que se sumó el derrumbe en los precios del petróleo, arrastrando consigo a las materias primas y generando un posible canal de contagio sobre los granos al ser un competidor directo de los biocombustibles (biodiésel y etanol), sostiene el informe de la Bolsa de Cereales de Córdoba.