El Gobierno anunció una baja del 5% en el precio de las naftas y el gasoil a partir del 1 de enero y adelantó que hará una revisión del impuesto a las naftas y retenciones a la exportación.
En conferencia de prensa, los ministros de Economía, Axel Kicillof, y de Planificación Federal, Julio De Vido, detallaron los alcances del acuerdo que se firmó con las provincias petroleras que integran la Ofephi, empresas productoras, estaciones de servicios y gremios del sector.
Desde el microcine del Ministerio de Economía, Kicillof dijo que se aplicará "una baja del precio de los combustibles en pesos en surtidor" en el contexto de "la situación muy particular que está sufriendo el mercado de hidrocarburos" por la "caída tan fuerte e inesperada del precio del petróleo que tiene efectos económicos y sectoriales a lo largo y ancho del planeta". En ese sentido, el funcionario comunicó que el Gobierno acordó recortar en u$s 7 dólares el precio local del barril de crudo.
Además, señaló que se analizará una reducción del impuesto a las naftas y aplicará un régimen de retenciones móviles para la exportación, al tiempo que aplicará estímulos a la producción y exportación de petróleo.
"Esto es un esfuerzo compartido porque el Gobierno nacional va a también hacer una contribución para que bajen las naftas y el petróleo, vamos a rever el impuesto a las naftas, va a haber un sacrificio de ingresos fiscales en un marco de la situación comprometida del sector petrolero", dijo el ministro.
Asimismo, sostuvo que en las "compras de Camessa el precio se va a mantener a los niveles del año pasado" y que también "habrá un cambio en el régimen de retenciones; vamos a poner móviles", al tiempo que se implementará "un programa de estímulo a la producción y exportación de petróleo".
Por otra parte, aseguró que el margen de ganancia de las estaciones de servicio y las refinerías, como últimos eslabones de la cadena de combustibles, no tendrán modificaciones en su margen de rentabilidad a raíz de la baja acordada.
El acuerdo anunciado implica también "mantener el nivel de la actividad petrolera", así como que los "sindicatos no pierdan fuentes de trabajo" y que las "provincias mantengan la producción interna", remarcó.
Por otra parte, el ministro aseguró que el margen de ganancia de las estaciones de servicio y las refinerías, como últimos eslabones de la cadena de combustibles, no tendrán modificaciones en su margen de rentabilidad a raíz de la baja del 5% acordada en el precio al consumidor en pesos de la nafta.
Por su parte, De Vido, dijo que la baja de los combustibles da "una ventaja económica al usuario con sostenimiento de la actividad" y graficó que cada 10 centavos que se baje el precio de los combustibles, son 2.000 millones de pesos por año que se vuelcan al consumo.
"La instrucción de la Presidenta (Cristina de Kirchner) fue que ante un escenario de baja del precio internacional se tomara una medida para reflejarlo en el usuario, darle una ventaja económica pero con sostenimiento de la actividad, que no se pierda un solo puesto de trabajo", aseguró De Vido.
En este contexto, señaló que "cada 10 centavos que bajen los combustibles, son 2000 millones de pesos por año que se vuelcan a la economía real, al consumo, ya que se consumen 20.000 millones de litros por año".
Por último, se refirió a la política de "tarifas populares y accesibles" en electricidad, para que "el consumo siga siendo una bandera del proyecto que nuestra presidenta Cristina Fernández encabeza". En ese sentido señaló que trabajan en conjunto con Economía y las provincias de Jujuy, Neuquén, Santa Cruz y Tierra del Fuego con miras a 2015. "Los que apuesten a que los usuarios sean los que banquen la expansión de sus redes, allá ellos", dijo de Vido en referencia a los casos de Córdoba y Santa Fe, para agregar: "nosotros aportamos a las tarifas populares y accesibles".