Las restricciones al crédito por parte del Banco Nación a los productores que siembran soja o la almacenan en silos bolsas agravaron la caída en las ventas de los comercios distribuidores de insumos para el sector, como agroquímicos, fertilizantes y semillas. Por la baja de los precios internacionales, problemas climáticos y un encarecimiento de los costos, en 2014 la demanda de los productores por insumos se contrajo. Según empresarios de esos comercios, la limitación al crédito a los productores de soja acentuó esa tendencia y el año podría cerrar con una merma de entre el 10 y el 20% en la facturación de sus firmas.
El Banco Nación, comandado por Juan Ignacio Forlón, un amigo de Máximo Kirchner, el hijo de la Presidenta, comenzó a trabar el acceso al crédito a los productores de soja desde el primer minuto de 2014. Primero lo hizo a través de una circular reservada girada a los gerentes para que se acotara hasta un 20% los límites vigentes para capital de trabajo y gastos de evolución. Quedaron afectados descuentos de cheques, descubiertos y tarjetas para comprar insumos.
Luego esa instrucción continuó de manera oral y en las últimas semanas llegó la orden de que los productores que aspiraran a mantener el crédito debían demostrar que no tenían soja en su poder.
Además, según confiaron productores de diversas regiones, hubo advertencias de que si alguien seguía sin vender soja ya no sólo se le recortaría el margen de crédito de su tarjeta, sino que corría el riesgo de que se la inhabilitaran. El mismo banco informó a clientes que se les repetiría el límite de crédito de la tarjeta Agronación hasta el 30 de marzo de 2015, con lo cual clausuró la actualización de la misma.
En las distribuidoras de insumos explican que, inflación mediante, al no actualizarse los montos de crédito, como en la tarjeta rural, los productores tienen menor poder adquisitivo y reducen la compra de insumos. "Al tener la misma cantidad de pesos que el año pasado [como crédito] el productor compra menos. Con la misma cantidad de pesos comprás de 20 a 30% menos de insumos", expresó Claudino De Dominicis, presidente de la Cámara Empresaria de Distribuidores de Agroquímicos, Semillas y Afines Bonaerense (Cedasaba).
En esa cámara, que agrupa a 104 agronomías de la provincia de Buenos Aires, estiman que 2014 va a cerrar con una merma de entre 10 y 20% en la facturación en dólares de las empresas.
Los bancos oficiales son responsables de un 50% de la financiación al campo, con unos US$ 3000 millones. Y el Banco Nación fue históricamente el principal colocador.
Productores que eran clientes del Banco Nación se están pasando a los bancos privados y al Banco Provincia de Buenos Aires. En otros casos, las mismas empresas de insumos buscan cubrir el faltante de crédito con mayor asistencia propia a los productores.
Órdenes resistidas
Según trascendió, en algunas regiones hay resistencia de gerentes del Banco Nación a cumplir con la normativa. De todos modos, de acuerdo con una fuente de la producción, la entidad designó veedores para controlar a esos directivos. "Es gente joven, de la política, de La Cámpora, que está controlando a gerentes con toda una vida en el banco", relató la fuente.
Martín Nocelli, integrante de la Cámara Empresaria de Distribuidores de Agroquímicos, Semillas y Afines de Córdoba (Cedasac), coincidió con De Dominicis sobre el impacto en los comercios de insumos de las trabas para los productores de soja. "Al afectarse la posibilidad del acceso al crédito también se lo hace a la compra de insumos. El productor venía usando todo el margen que podía [de la tarjeta] y en muchos casos no se lo actualizaron o bajaron. Esto afecta a toda la cadena", remarcó.
Pese a la embestida contra los productores de soja, el banco mantiene convenios que firmó con empresas del rubro para la venta de insumos y créditos para la compra de maquinaria agrícola.