Después de 20 días de silencio, la empresa Hotesur S.A. propiedad de Cristina Kirchner, salió al cruce de la investigación realizada por el juez Claudio Bonadio y que habilitó el allanamiento de la firma el jueves pasado. En el texto hablan de una "operación mediática - judicial" y acusa a la diputada Margarita Stolbizer que realizó la denuncia de "cómplice" de "dicha operación".
Todo es "contra la Presidenta y sus hijos", plantea el comunicado de prensa de Hotesur, en el que, paradójicamente, la empresa reconoce que no está en regla con la Inspección General de Justicia, a la que le debe "documentación contable" de los períodos 2011-2012-2013.
El argumento de la firma para autocatalogarse en regla es polémico: aduce que entregó toda la información y no adedua impuestos "a la AFIP". Pero no explica por qué presentó la información en ese organismo y en cambio la adeuda en en la Inspección General de Justicia.
En referencia al domicilio de la firma propietaria del hotel Alto Calafate (en la IGJ figura una dirección en Capital cuyo inmueble está vacío), Hotesur asegura que en marzo de 2010 realizaron el cambio durante una asamblea para trasladar el mismo a Santa Cruz, y agrega que, cuatro años más tarde, está "en trámite la cancelación de la jurisdicción de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires".
Según el comunicado, las irregularidades que reconoce son menores. Por eso, aduce, todo se trata de una "operación de prensa" que "revela groseramente la actitud desmedida de un juez federal que manda a allanar dos organismo del Estado por este supuesto incumplimiento".
Fuentes de la oposición y la Justicia, en cambio, consideran grave que un organismo oficial, que depende del Ejecutivo, permita que una empresa de la propia Presidente incurra en irregularidades explícitas. Esto podría esconder un abuso de autoridad, ya que Cristina aparece en ambos lados del mostrador.
Finalmente, la firma Hotesur sostiene que es una "práctica legítima, legal y habitual en cualquier sociedad de familia, que sus accionistas retiren a cuenta de dividendos los fondos obtenidos", justificando la deuda que declara Cristina Kirchner sobre su propia empresa superior a los $4 millones, como reveló Clarín.