La producción ganadera se expande en el sur de la provincia de Mendoza a partir del potencial que ofrece el negocio y, fundamentalmente, el alto consumo de carne vacuna provincial, cubierto en un pequeño porcentaje por producción propia,según informó el Diario San Rafael.
Para entender el negocio de la producción de carnes vacunas en zonas áridas, hay que diferenciar dos tipos distintos, que presentan sus propias particularidades. Uno de ellos es la cría en secano, que se caracteriza por algunas particularidades como las grandes extensiones, baja cantidad de cabezas por hectárea y depende muchísimo de las lluvias, que son erráticas y variables. Tiene alto capital inmobiliario, por la extensión, pero a la vez presenta bajo gasto operativo.
El otro tipo de negocio es la recría y engorde bajo riego, bastante distinto del anterior. "En este caso son fincas de entre 50 y 300 has y la carga por hectárea es mucho más alta sin depender directamente de la lluvia sino del agua", señala Francisco Araujo, de Explotación agropecuaria la reserva S.A. Agrega que "Los cultivos forrajeros tienen una gran performance. Hay menor capital inmobiliario pero sí más tecnología aplicada en tractores, corrales, maquinarias y un costo operativo mensual mucho más exigente". Este tipo de desafío implica, a partir del alto capital trabajando, que es un negocio de mucha mayor precisión y la eficiencia es crucial para el buen resultado del negocio.
Sobre su explotación, Araujo explica que "nosotros tenemos una integración completa, las dos partes del negocio, la parte del secano en San Luis y la de recría y engorde en San Rafael. "El reengorde tiene un gran potencial a nivel productivo, los cultivos forrajeros, como alfalfa, maíz o sorgo también, pero hay mucho por desarrollar todavía". Y la crítica viene por el lado de la previsibilidad, que permita hacer un planteo anual donde medianamente las variables se puedan manejar.
En general se compran los terneros en otras provincias, siendo que Mendoza es productora de terneros que van a otras provincias, y eso marca un desajuste que debería solucionarse de una manera mucho más lógica, habiendo una gran oportunidad en el negocio de la carne porque la provincia es demandante y produce entre el 10 y el 20 % de lo que consume.
Los objetivos planteados a partir de la sanción de La ley de engorde bajo riego, son llegar al treinta por ciento de lo que se consume, que para los índices de hoy es un desafío muy grande. Vale aclarar también que en el sur se encuentra el 70% de las cabezas de ganado bovino de la provincia.
En cuanto a las razas, lo que predomina largamente es el Angus, y algunas explotaciones están optando por los Hereford, una raza que tiene un altísimo valor cárnico. Araujo expresa, finalmente, que la producción bovina "puede ser una gran alternativa de negocios frente a cultivos que ya han dejado de serlo", y sería un modo de reconvertir tierras que se han abandonado y tienen todas las condiciones de ser productivas, incluso el agua.