Buenos Aires - Nadie que tenga el mínimo conocimiento de cómo funciona el sector agropecuario pone en duda que los derechos de exportación -impuestos por exportar- hay que eliminarlos para la comercialización de la próxima zafra, porque es la causa principal de la falta de competividad para producir, transformar y exportar que tiene hoy el sector agropecuario.

Esta situación se agrava en las zonas extra pampeanas alejado de los puertos, por el alto valor del flete, por lo cual no alcanza la eliminación de las retenciones, para recuperar una mínima rentabilidad en los cultivos.

Esto ya está provocando reclamos de productores en Chaco, el jueves pasado en la ciudad de Córdoba con el apoyo de la Comisión de Enlace Nacional y se irán extendiendo a otras provincias porque los gobiernos provinciales no puedan hacer nada al depender del actual sistema unitario de gobierno que ellos mismos convalidaron y hoy tienen plena vigencia.

Si la obsesión del gobierno es no devaluar, la solución para recuperar competividad del agro es eliminar los impuestos por exportar, reemplazando los ingresos de las retenciones del 2015 con endeudamiento externos al arreglar con los bonistas.

Mientras tanto hay que ir eliminando todos los subsidios de los ciudadanos pudientes para reducir el déficit fiscal. De proceder así, el sector agropecuario y agroindustrial podría aportar una mayor producción para atender los costos de dicho endeudamiento y un mayor aporte de dólares del país.

De cualquier forma la situación macroeconómica descripta se va agravar como consecuencia de las últimas lluvias que complicaron los sembrados de trigo y la siembra gruesa de primera.

En muchas zonas están imposibilitados de continuar con las mismas y si siembran más tarde, va en detrimento de los futuros rindes si llegaran a cosecha.

Ante el actual situación, la mejor política para el sector es que le saquen la pata de encima con los impuestos para poder potenciar la producción en los lugares más altos, que estén a salvo de las inundaciones actuales o futuras.

La situación de la macro economía en el actual contexto inflacionario y las malas regulaciones del estado en las empresas, le pega por igual a todos los sectores económicos, motivo por el cual salieron a reclamar por los mismos problema que tiene el sector agropecuario, porque nuevamente queda demostrado que todos las empresas del país, directas o indirectamente, dependen su actividad del sector agropecuario y agroindustrial.

Si no exportamos no habrá ingreso de dólares genuino, agravando el faltante de los mismos en el 2015.

En esta línea la Cámara de Exportadores -CERA- expresó que el gobierno nacional insiste en desconocer la verdaderas causas de porqué se encuentra estancadas las producciones y disminuyen las exportaciones, para no modificar las políticas macro responsable de dicha situación.

Mientras que en la misma línea están la Cámara de Importadores que por el cepo no tienen los accesos a los insumos para la fabricación y/o terminación de los bienes producidos por las Pymes.

No pagar los reintegros a la exportación, afirmo CERA como sucedió en agosto y no desmantelar el sistema de derechos de exportación, son síntomas de diagnósticos equivocados en que el Gobierno sigue insistiendo contra toda evidencia en el actual contexto inflacionario.

CERA le ha exigido desmantelar los derechos de exportación e implementa una nueva estrategia nacional exportadora para revertir la caída de las exportaciones en general, posición que suscribo.

Mientras el gobierno proyecta en el presupuesto exportaciones por 82.240 millones de dólares, las estimaciones de CERA son de 68.010 millones, con lo cual hay una brecha entre ambos cálculos de 14.240 millones de dólares.

Afirmó CERA que son totalmente inconsistentes dichas cifras con el precio de los granos, que en los hechos han caído este año alrededor de 33% respecto a 2013.

Las exportaciones argentinas son las que más bajaron en la región, cayeron más de 10,4% en los primeros nueve meses del año y mostraron la peor evolución de la región, según se desprende de las estadísticas oficiales de cada país.

A pesar que el Gobierno adjudica al contexto internacional tanto la recesión que atraviesa la Argentina como la caída de las ventas al exterior, las cifras en los demás países ponen en duda tal afirmación porque aunque se produjeron bajas en las exportaciones de algunas naciones, no fueron generalizadas y hubo incluso fuertes subas.

Mientras que las exportaciones argentinas cayeron 10,4% entre enero y septiembre, las de Brasil bajaron sólo 1,7% y las de Chile y Uruguay crecieron 0,3% y 2,4%, respectivamente.

Volviendo al agro nuevamente es prácticamente inviable la siembra de soja, porque con los precios actuales necesitamos tener rendimientos muy superiores a los previstos para no perder plata. Con el precio internacional de la soja actual, que pasó de 558,06dólares por tonelada a fines de mayo a 334,46 a fines de septiembre, la soja podría ser viable con los últimos aumentos, de no ser por las retenciones, la inflación, el precio del combustible y el alto flete que se debe pagar por la gran distancia que separa al NOA del puerto, zona que es un caso de pérdidas de competitividad.

Por Arturo Navarro - Consultor. Ex presidente de CRA y CARBAP.
Fuente: Años de Campo