El titular del grupo Los Grobo, Gustavo Grobocopatel, afirmó ayer que las inundaciones que se generaron tras el temporal de lluvias en la provincia de Buenos Aires dificultan las tareas de siembra de soja y trigo en las zonas productoras.
Pese a dejar en claro su preocupación, sin embargo, el empresario reconoció que la humedad alojada en las napas subterráneas resultaría favorable para la próxima cosecha.
En diálogo con la agencia Télam, el empresario afirmó que las inundaciones afectan mayoritariamente al sudeste y sudoeste de Buenos Aires, donde comenzó la siembra de los primeros cuadros de trigo y soja.
"El problema es sobre todo con la conexión y los caminos", dijo. No obstante, reconoció que las precipitaciones podrían tener un "efecto benéfico" sobre la próxima cosecha al favorecer la humedad del suelo. "En algunas zonas cayeron hasta 250 milímetros de agua", indicó.
Además, señaló que las certezas sobre el volumen y rindes de la próxima cosecha se determinarán "entre enero y febrero".
Las lluvias en la zona ribereña de la provincia de Buenos Aires alcanzaron desde el sábado 143,7 milímetros, superando el valor estadístico promedio de noviembre, que es de 108,6 milímetros, informó el Servicio Meteorológico Nacional.
Según especialistas del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), el valor podría ser récord si supera los 227,7 milímetros de 2003.
Sin embargo, el SMN pronosticó para las próximas horas un mejoramiento del tiempo, y una tendencia a que se revierta la situación, que esta vez combinó sudestada con lluvias intensas.
A tono con esto, Germán Heinzenknecht, meteorólogo de la Consultora de Climatología Aplicada (CCA), sostuvo a la agencia Reuters que la principal región triguera de la Argentina se podría ver perjudicada por los excesos de humedad, lo que causaría problemas de enfermedades en los cultivos.
La Argentina es un importante exportador mundial de trigo y, de acuerdo a la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, la producción del cereal de la campaña 2014/15 sería de 11,5 millones de toneladas.
El trigo de la provincia Buenos Aires que concentra cerca de la mitad del cereal del país escapó del golpe de las heladas, pero varios días de lluvias prácticamente sin respiro reactivaron temores de daños en la cosecha por excesos de humedad.
"Lo que sí está interfiriendo en el sudeste de Buenos Aires son las lluvias. Hubo un nivel de lluvias en los últimos 10 días de entre 150 y 160 milímetros. No hubo inundaciones, pero se complica con las enfermedades".