Dos episodios casi simultáneos desarrollados en Mar del Plata y Rio de Janeiro, radiografiaron el estado de la política en la Argentina y en Brasil. En el foro empresario de IDEA los principales candidatos a la presidencia para las elecciones 2015 retacearon el debate. El cierre estuvo a cargo sólo de Sergio Massa, Julio Cobos, Hermes Binner y Ernesto Sanz. Faltaron Daniel Scioli y Mauricio Macri.
El gobernador de Buenos Aires prefirió asistir únicamente a la comida de apertura del coloquio.El jefe de gobierno porteño le viene esquivando a los encuentros con los que considera sus principales competidores. Cree en el argumento de la tercera vía que le explica su asesor estrella, Jaime Durán Barba.
El consultor ecuatoriano viene de naufragar en Brasil, con similar estrategia, impulsando la candidatura de Marina Silva. La dirigente ambientalista quedó afuera del balotaje. Fue desplazada por Aécio Neves, del PSDB.Ninguna de todas esas especulaciones, en cambio, encuentran espacio en la política brasileña.
Dilma Rousseff y Neves cumplieron el viernes por la noche su último debate por televisión, antes del balotaje de hoy (ver página 28) . Hicieron cuatro, en total, entre la primera vuelta y la segunda. Se prestaron a otros cinco, con también otros cinco rivales, antes del llamado del 5 de octubre pasado. Es decir, completaron nueve debates. Una quimera para la realidad argentina.
La cuestión no sería sólo el debate. También su forma y el interés que despierta en amplios sectores de la sociedad de Brasil. Sin ir lejos, el del viernes, realizado por la Red O Globo, fue seguido por unos 50 millones de personas. Pero los organizadores, Rousseff y Neves supieron respetar los gustos de todos.Demoraron ocho minutos el arranque de la discusión para que pudiera concluir un capítulo de la telenovela "Imperio", que arrasa en audiencia.
Una de las novedades del debate fue el papel marginal del periodismo, limitado a controlar el tiempo de exposicion de los candidatos. Dilma y Aecio se interpelaron mutuamente, sin intermediarios y sin concesiones, frente a unos 300 asistentes.Tanto fue así, que el dirigente del PSDB arrancó planteando la denuncia de la revista "Veja" acerca de un presunto desvío millonario de dólares en Petrobras. El que preguntaba, aguardaba la respuesta y tenía luego derecho a réplica. Fueron dos horas de mucha tensión. También pudieron encarar a Dilma y Aecio ocho electores indecisos, entre un lote de 70, sorteados en el momento.A priori pareció una desventaja para Dilma porque todos plantearon críticas y problemas. Ella es la que gobierna. Pero la Presidenta supo encarar la situación. ¿Alguien imaginaría a Cristina Fernández frente a un desafio parecido? Brasil termina hoy su proceso electoral enriquecido por el comportamiento de todos sus actores. A la Argentina le espera todavía un año hasta los comicios presidenciales, con una transición política por ahora indigente.