En la última década la participación argentina en el mercado mundial de productos cárnicos bovinos se redujo de manera brutal a causa de los desincentivos económicos implementados por el gobierno kirchnerista, según informó Valor Soja.
Las exportaciones argentinas de carne bovina en 2014 serían de 190.000 toneladas peso carcasa. Se trata de una cifra equivalente al 1,9% del total mundial, según proyecciones del USDA.
Diez años atrás (en 2004) las colocaciones argentinas eran de 616.000 toneladas (9,2% del total global). En la última década Brasil logró mantener su liderazgo en el mercado global de carnes bovinas con una participación que se ubicaría en un 20,8% en el presente año 2014.
La gran sorpresa de la década es India con una participación que pasó de 1,4% en 2004 a 18,9% apenas diez años después. Australia mantuvo su lugar privilegiado en el ranking global, al tiempo que EE.UU. logró recuperarse luego del desastre comercial generado por el “mal de la vaca loca” (cerraría 2014 con una participación del 12,1%).
Nueva Zelanda, Uruguay, Canadá y la Unión Europea vienen perdiendo de manera progresiva participación en el ranking de exportadores mundiales. Los espacios vacantes fueron ocupados por dos naciones pequeñas con hambre de crecimiento: Paraguay y Belarús.
La intervención oficial del mercado exportador de cortes bovinos –instrumentada en 2006 pero reforzada en 2008– junto con una sequía histórica ocurrida en 2008/09 generó una liquidación masiva de vientres que provocó el colapso de la industria frigorífica argentina.
En el ciclo 2008/09 el cupo de exportación de cortes de alta calidad destinados a la Unión Europea (“cuota Hilton”) se distribuyó entre 67 plantas frigoríficas argentinas. Pero en la cuota correspondiente al período 2014/15 figuran apenas 26 frigoríficos.
La industria cárnica argentina debe pagar un derecho de exportación del 15% vigente sobre el valor FOB de los cortes frescos bovinos. También debe lidiar con una la elevada inflación presente en salarios, energía (frío) y fletes.