Si bien durante el miércoles de la semana pasada se observaron algunas precipitaciones dispersas en forma de chaparrones, la jornada del sábado fue la que presentó el mayor grado de actividad, sobre todo con mayor cobertura de precipitaciones, más que nada en el noreste de BA, este de SF y ER. Las marcas fueron más bien modestas, con algunos sectores puntuales mejor provistos en el sudoeste entrerriano.
El mes de octubre viene dispar, con tendencia a cierta deficiencia en el comportamiento pluvial. Si bien el aire cálido y húmedo se presenta firme sobre la zona núcleo, la atmósfera no se ha observado particularmente inestable en este período. Es decir los sistemas precipitantes no han logrado un desarrollo acorde a la disponibilidad de humedad y esto se vincula con la estructura atmosférica muy influenciada por el sistema de alta presión que ha venido mostrando entradas sobre el continente que no son las más favorables para lograr continuidad en la oferta de agua.
Las perspectivas de corto plazo mantienen la masa de aire cálido en gran
parte de la región pampeana con máximas que superan los valores normales del mes
de octubre. Se espera que las condiciones se vayan inestabilizando durante el
fin de semana, también con una moderación en las temperaturas máximas.
Hacia el domingo se concretaría el avance de un sistema frontal sobre el
sudoeste de la región pampeana, que en principio no afectaría a la zona núcleo y
el sur de la Mesopotamia hasta el martes. Para entonces podrían darse lluvias de
importancia.
El balance hídrico ha resultado deficitario toda la región pampeana a pesar de que se han observado precipitaciones modestas. Es decir la oferta de agua en muchos sectores no compensó la pérdida por evapotranspiración, notándose una reducción del área con reservas óptimas respecto de la semana pasada y un afianzamiento o incluso un avance del área con reservas regulares. A pesar de esto, más del cincuenta por ciento de la zona núcleo agrícola principal cuenta con buenos niveles de humedad, afectando la escasez más que nada a las zonas arroceras del norte entrerriano o las algodoneras de Chaco.
El ambiente actual seguramente es beneficioso para librar a los cultivares de invierno de las enfermedades que se habían afianzado, vinculadas al ambiente húmedo y templado predominante durante el invierno y el principio de la primavera. El agua para la floración está garantizada, sobre todo en el perfil profundo la humedad es suficiente para abastecer sin dificultades a los distintos cultivos de la fina.
El avance de la gruesa ha encontrado en estas lluvias modestas un aliado oportuno. Si bien estas lluvias resultan escasas en algunas zonas, las mismas no han provisto humedad en la cama de siembra y no han generado problemas de piso.
La mirada de corto plazo obliga a poner la atención en la concreción de los pronósticos de lluvia para el martes de la semana entrante. Estas precipitaciones serían importantes si se validan ya que encaminarían el mes de octubre hacia una oferta cercana a la normal en la mayor parte del territorio y se avanzaría sobre noviembre sin una demanda de agua perentoria.
- Por CCA - exclusivo Agrositio
- Si desea obtener mas información sobre clima, haga click AQUI