Poca fue el agua caída para el campo en la zona de Villa Ángela, el pluviómetro registró entre 5 y 15 milímetros cuando se esperaban unos 50 o 60, fundamentalmente para poder iniciar los trabajos de preparación de tierra para el algodón.
Ádemás otro de los problemas que enfrenta el productor en la zona de la localidad chaqueña e Villa Ángela es la falta de recursos para poder encarar esta campaña algodonera que está en puerta, más allá de que hay muchos que solicitaron créditos y están a la espera de respuestas favorables que les permitan contar con los medios para movilizarse.
Arnoldo Strhschein, productor de la zona, comentó la situación que viven los productores y que puede llegar a pasar, teniendo en cuenta que ya estamos entrando en fecha para la siembra del textil, según informó Nea Rural.
“Lo que pasa es que el productor está desorientado totalmente, no hay precios para algodón, el maíz y el sorgo. El girasol ahora vale pero para cuando se coseche no se sabe que pasar, aunque ahora ya no se va a sembrar más girasol porque se pasó la fecha y hay bastante poco, lo que sí los girasoles que están en pie están lindos”, comentó el productor.
“Ahora ya hay que pensar en la campaña algodonera, pienso que se va a sembrar porque no queda otra, el productor va a hacer hasta donde puede, hay muchos productores que están esperando el crédito, hay promesas hasta ahora, en el campo están todavía las ramas del algodón de la campaña anterior, no se hace la destrucción de rastrojos porque hay con qué”, sostuvo.
Strhschein agregó que “de cualquier manera hay todavía tiempo, pero lo más aconsejable es a partir de ahora, es decir la fecha óptima para sembrar, no estaría malo todo el mes de noviembre, ya diciembre se corre un poco más de riesgo teniendo en cuenta los meses de enero y febrero saben ser bastante secos, aunque no sabemos qué va a pasar este año”.
En lo que respecta a los riesgos que se corren con el avance del picudo del algodonero, Srohschein expresó que “son muchísimos, porque está habiendo picudo en todas partes, se escucha el comentario de existencia de esta plaga en distintos lugares y lo malo es que no se puede todavía destruir los rastrojos y sirven para que se alimente y se vaya reproduciendo. Esto como todos sabemos después trae problemas y gastos, hay que controlar, hay que aplicar insecticidas y todo eso significa tener que poner plata aumentando el costo de producción”.