A pesar de que los precios de la soja se mantienen en torno a los u$s 350 en Chicago, un valor que es muy poco atractivo en términos históricos, los productores argentinos se encaminan a una siembra récord del grano estrella del país.
Según las proyecciones de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, la superficie destinada a la oleaginosa llegar en la temporada 2014/15 a 20,6 millones de hectáreas, por encima de los 20,35 millones del ciclo previo.
Para la entidad, el factor que permite anticipar la expansión del área sojera "se centra en la reducción de la superficie a ocupar con maíz y girasol", y esto se debe a la menor inversión inicial necesaria y a la fluidez de la comercialización de la soja, comparada con los demás productos. El maíz, como el trigo, tiene desde hace años un sistema de permisos de exportación que, según los chacareros, no permite competir a las compras para el mercado interno con las de exportación, lo que aplasta los precios.
A pocas semanas del inicio de la siembra de la oleaginosa, sin embargo, la entidad destacó que hay un factor que imprime incertidumbre al dato final de producción, y es el retraso en pactar los arrendamientos.
En un año económicamente complejo por la incertidumbre derivada del nivel futuro que tendrá el tipo de cambio, las decisiones se postergan lo máximo posible.
Con los niveles de siembra que se pronostican, la producción de soja en Argentina podría crecer a un récord de entre 54 y 57 millones en la campaña, una buena noticia para el Gobierno por el ingreso de divisas que las exportaciones suponen, al tiempo que esas ventas reportan 35% de su valor en concepto de retenciones. Según el Ministerio de Agricultura, en el ciclo 2013/14 los agricultores argentinos destinaron 20 millones de hectáreas a la soja. Aún no hay cifras oficiales de la expectativa de siembra.
A su vez, la Bolsa de Cereales señaló que las lluvias recientes ayudaron a recargar los niveles de humedad en importantes áreas agrícolas del país, donde las condiciones son mayormente óptimas para la siembra, pero hay ciertas zonas secundarias que están demasiado secas.
"Extensas áreas del extremo norte del país mantienen una condición de déficit hídrico que, de no revertirse en los próximos meses, impactaría de forma negativa sobre el área de soja", advirtió la entidad en su informe.
Expertos climáticos aseguran que esperan que en los próximos meses se desarrolle un evento climático El Niño moderado, lo que provocaría precipitaciones favorables para la oleaginosa durante el verano austral, según informó la agencia de noticias Reuters.