La economía se complica. Las expectativas negativas aumentan y el escenario cambiario se dificulta y termina impactando negativamente sobre el consumo, la inversión, el empleo y el nivel de actividad. Los problemas cambiarios generan costos altos en materia de nivel actividad y empleo. A mayores expectativas de devaluación con más trabas cambiarias y mayor brecha, más fuertes son los canales de transmisión negativa hacia la economía real, extendiéndose sus sombras (con diferente fuerza) sobre toda la economía.
De acuerdo con nuestra estimación de PBI E&R, en el primer semestre del año el nivel de actividad cayó -1.7%. Sin embargo, a partir de julio se agravaron los problemas cambiarios y se potencia la caída del nivel de actividad. La segunda mitad del año será peor que la primera y el nivel de actividad caiga con más ímpetu. El PBI caería en 2014 alrededor del 3%.
Por el lado del sector externo, las expectativas de devaluación afectan negativamente la liquidación de exportaciones, que cayeron 10% en los primeros siete meses de 2014. La caída de las ventas al Mercosur (-18%) fue más fuerte, ya que también se ven afectadas por el pobre nivel de actividad de Brasil, que sólo crecería 1% en 2014. Esta floja performance de las exportaciones refuerza la merma del mercado doméstico, dado que ese menor ingreso de divisas hace que el gobierno reaccione trabando importaciones (-16%). Lo que termina afectando negativamente a la producción interna.
En este marco, el dinamismo del mercado doméstico es cada vez menor. Según Fiel, la caída de la industria se acelera con una contracción interanual del 9.7% en agosto y de 5.1% en el acumulado de los primeros ocho meses. Al mismo tiempo, la Construcción acumula una caída de 4.4% en el año que también se acelera y alcanza 16% en agosto’14. Esta merma se traduce en destrucción de puestos de trabajo, que según el INDEC asciende a 10.400 trabajadores despedidos (según fuentes privadas 20.000). Al mismo tiempo, el consumo también se contrae fuertemente.
Todos los fundamentos de la economía están peor que hace un año atrás: hay más déficit, más emisión, más expectativas de devaluación, dólar blue más caro, brecha más amplia, menos exportaciones, menor superávit comercial, nuevo default, mayor escasez de dólares y menor actividad.
Peor aún, en 2015 enfrentaremos una caída de 18% promedio del precio de la soja con relación a 2014. Por lo que el valor de las exportaciones del complejo sojero alcanzará sólo unos usd 17.800 millones; es decir usd 4.000 millones menos que este año (-18.5%).En este contexto, no se vislumbra una recuperación para 2015. Contrariamente se espera una caída de producto algo más fuerte que la de este año.
Al propiciar un escenario de menor devaluación y menos inflación, el acuerdo con los holdouts augura un mejor escenario económico, más gobernabilidad y un traspaso de mando más ordenado que el camino actual.
En este marco, el próximo gobierno podría encarar los temas que pensamos que el actual gobierno no solucionará: la corrección de la política fiscal y monetaria. Desde el plano fiscal, la próxima administración podría encarar las reformas fiscales necesarias para apuntalar un crecimiento de largo plazo. Deberá bajar la relación gasto público / PBI y bajar la presión tributaria para dotar genuinamente de competitividad y “desahogar” al sector privado de la economía, permitiéndole nuevamente invertir acumular capital y generar puestos de trabajo.
¿Por cuánto se debería endeudar el gobierno? El escenario de mínima es endeudarse para arreglar el default y cerrar con todos los holdouts para poder volver a tener financiamiento internacional por primera vez luego de 12 años. En ese caso, se le debería pagar a NML y a el resto de los holdouts por un total de aproximadamente usd 12.000 millones (más los intereses devengados en 2014). Este pago podría articularse a través de la colocación de bonos replicando el pago a Repsol (por paquete accionario del 51% de YPF).
Lograr refinanciar todos los pagos de deuda en dólares (usd13.400 MM) resultaría fundamental para evitar que cayeran las reservas y así llegar con usd24.000 MM de reservas hacia fin de 2014, permitiéndole al gobierno aumentar su poder y gobernabilidad durante el último año de gestión.
En resumen, arreglar con todos los holdouts permitiría volver al financiamiento internacional para evitar que las reservas caigan hasta fin de 2015; pero implicaría nueva deuda por usd28.400 MM. Lo que representaría una suba de 10 puntos porcentuales del ratio deuda / PBI, que pasaría de 45% (2014) a 55%3 (2015). Un nivel de endeudamiento similar al existente en 2002, es decir sin grandes holguras en materia de endeudamiento.
Para 2015 esperamos un empeoramiento de las cuentas fiscales porque el gobierno no renunciará a las políticas fiscales expansivas de abuso del gasto público, menos aún en su último año de mandato.
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