El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, redobló ayer la apuesta contra las "medidas especulativas" que ve en el demorado ingreso de dólares del sector granario como consecuencia de la retención de soja, que mantienen los productores. Y enfatizó que junto al ministro de Economía, Axel Kicillof, mantendrán encuentros "bilaterales" con cada empresa del sector para avanzar en un cronograma de ritmo y montos de liquidación de divisas hasta diciembre.
Tras una tensa reunión que mantuvo el martes la plana mayor del gabinete de Cristina Fernández de Kirchner con los agroexportadores nucleados en Ciara-CEC, Capitanich resaltó que la intención oficial es mantener el nivel promedio de liquidación de divisas por agroexportación en el último trimestre del año, que osciló entre los u$s 5000 y u$s 6000 millones en 2012 y 2013.
De la reunión del martes, se supo que el Gobierno reclamó a los exportadores acelerar la liquidación de divisas, que para el cálculo oficial sin prefinanciación de exportaciones arroja unos u$s 4200 millones. Por eso, se busca que a través de ese mecanismo se complete los restantes u$s 1500/u$s 1800 millones para obtener el promedio buscado.
Sin embargo, trascendió que no todas las cerealeras están en condiciones de garantizar ese número, e incluso varios manifestaron su negativa ante la resistencia de las casas matrices a girar divisas en medio del default.
Desde el sector exportador optaron ayer por llamarse al silencio. En el mercado, consideraban factible que se pueda consensuar finalmente una cifra de liquidación de divisas para lo que resta del año. Es más algunos creen que estará en torno a u$s 5.000/u$s 6.000 millones, aun con el derrumbe del precio internacional de la soja, que ayer cerró a u$s 343 la tonelada, 26% menos que a principios de año.
Capitanich enfatizó que se utilizarán "todas las herramientas por parte del Estado para garantizar que se termine con este tipo de maniobras especulativas". Y no solo dijo que habrá reuniones empresa por empresa con las cerealeras, para consensuar "volumen total a exportar y liquidar en lo que resta del año, porque son insuficientes", sino que también que se buscará "garantizar la liquidación, resguardando de una potencial pérdida para el productor". Eso porque en el Gobierno creen que la soja puede seguir cayendo dada la supercosecha en EE.UU. y las previsiones de alta producción tanto en Brasil como en la Argentina.
"Tenemos una cosecha superior a las anteriores y la tendencia de precio es sustancialmente inferior; por lo tanto no hay motivo para especulaciones, porque el prejuicio es para el productor y para el país", de modo que "en defensa del interés propio deberían inducir a un proceso de liquidación", enfatizó Capitanich en su habitual rueda de prensa matutina.
El jefe de ministros, además, se quejó de que existen "alrededor de 25 millones de toneladas de soja retenida en los campos y acopios". Sin embargo, de acuerdo con datos oficiales del Ministerio de Agricultura al 1º de octubre, la exportación y la industria declararon ventas por casi 34 millones de toneladas de la oleaginosa, por lo que en poder de los productores habría 21 millones de toneladas (la producción total se calcula en 55 millones de toneladas).
También según esos datos oficiales, al 1º de octubre del año pasado, se habían comercializado 35,1 millones, con lo que este año las ventas están demoradas en apenas 3,3% interanual.
Las que sí están más que relegadas, y aunque por montos mucho menores que la soja podrían aportar más divisas son las exportaciones de maíz y trigo, cuyas ventas externas requieren autorización previa por cupos. Al 1º de octubre pasado, la exportación informó compras por 2,5 millón de toneladas de trigo, 50% menos que el año pasado, y 16,3 millones de toneladas maíz, 12,5% por debajo de las operaciones del año previo. La entrega de Roe para trigo y maíz fue uno de los reclamos que las cerealeras les hicieron a Capitanich y Kicillof, como forma de mejorar la performance exportadora.
Los exportadores activaron en los últimos días sus compras de ambos cereales. En eso, operadores del mercado tienen dos lecturas. Algunos se inclinan por indicar que hay muchos embarques programados que cumplir, mientras otros ven en esas compras una señal de que a la brevedad se ampliará el cupo de permisos de venta externa de ambos granos.