La crisis en el sector ganadero volvió a reflejarse en números. En agosto, todos los indicadores de ese segmento tuvieron bajas importantes en la comparación interanual. Y los industriales del sector responsabilizan de la situación a la política antiganadera del Gobierno, que se arrastra desde fines de 2005.
Además, en agosto la producción de carne fue de 217.000 toneladas de res con hueso, 8,9% menos que en el mismo mes de 2013, explicada en gran parte por un descenso de 2,7% interanual del peso promedio de la res en gancho (221 kilos).
El envío de vacas y vaquillonas al matadero creció por 32º mes consecutivo. En agosto, llegó al 46,2% del total faenado, 3,1 puntos porcentuales más que en el mismo mes de 2013, expuso Ciccra, con lo que la etapa de liquidación de stock se afianza.
Entre enero y agosto últimos, en tanto, el consumo interno (al que se destina 93% del total producido) retrocedió a 58,9 kilos por habitante por año, 5,7% menos que en el mismo período de un año atrás. Para Ciccra, esa merma está relacionada con la pérdida del poder adquisitivo de salario.
Las exportaciones cárnicas, en tanto, se contrajeron entre enero y agosto últimos 7,6% interanual, hasta apenas 124.000 toneladas.
Esos resultados, según la Ciccra, marcan la profundización de una política antiganadera, que le costó al país casi u$s 25.000 millones desde 2006, cuando Guillermo Moreno profundizó la intervención del mercado ganadero y cárnico. Y remarcó que desde entonces, la faena cayó 25%, cerraron 132 fábricas, se perdieron 16.650 puestos de trabajo, cayó el consumo interno 10% y las exportaciones se derrumbaron 77,2%, entre otros puntos.