Debido a la reciente crecida de río Paraná, se registró un aumento en el traslado de los animales a zonas con mayor disponibilidad de terreno para pastoreo. En este contexto, los técnicos del INTA Balcarce –Buenos Aires– destacaron que los productores deben tener en cuenta ciertas pautas sanitarias y de manejo a fin de garantizar el bienestar animal de los rodeos y evitar pérdidas.
De acuerdo con Angel Bence –técnico del Servicio Diagnostico Veterinario Especializado del INTA Balcarce, Buenos Aires– “al momento de transportar y recibir bovinos en un establecimiento agropecuario, se deben tener en cuenta varios aspectos sanitarios y de manejo que garanticen el bienestar animal del rodeo y, así, evitar problemas”.
Para el ganado, el viajar no es un placer. Sino, por el contrario, resulta ser una situación estresante que, en muchos casos, implica una disminución del correcto funcionamiento de su sistema inmune. “Esto los hace susceptibles a diversos problemas sanitarios que, sumado a las condiciones de hacinamiento con la elevada tasa de contacto entre ellos, aumenta el riesgo de contraer enfermedades infecciosas”, explicó Bence.
Asimismo, el mismo traslado de animales entre regiones con variaciones climáticas y sanitarias marcadas aumenta el riesgo epidemiológico. “Ya sea porque se transportan enfermedades desde zonas en que son de carácter endémico a zonas en que podrían ser exóticas o estar controladas o bien que el mismo agente infeccioso varíe entre regiones y que los animales no sean capaces de responder inmunitariamente ante los agentes circulantes en el nuevo ambiente”, detalló.
En este sentido, el especialista de Balcarce recomendó realizarle al rodeo un “control de las enfermedades previo, durante y luego del transporte” y una vez en el destino “aplicarles una cuarentena” en la que deberían ser observados regularmente para evidenciar cualquier problemática manifestada.
Y destacó la importancia de que los animales sean revisados por veterinarios para tratar de identificar enfermedades que son endémicas en destino y el controlar aquellas que no lo son, como la presencia de algunos ectoparásitos (como por ejemplo, las garrapatas) que pueden predisponer a la aparición de otras enfermedades. Además, asesorarán a los productores sobre las medidas de manejo necesarias.
Asimismo, en el momento de aplicar el plan sanitario de la zona de destino, el técnico destacó tener en cuenta que –debido al estrés del traslado– la respuesta a las vacunas aplicadas no sea la ideal.
En materia de alimentación, el veterinario explicó que el ganado requiere de cierta adaptación al ambiente, lo que implica por ejemplo el reconocimiento de ciertas malezas tóxicas y un acostumbramiento progresivo a la nueva dieta, sobre todo si éstos son suplementados por primera vez.