“Queridos amigos, los invito a mi fiesta de 15 la semana que viene. Muchísimos cariños. El dólar blue”, y abajo se dibujaba un corazón.
Un día después, el miércoles, Axel Kiciloff decía en el Senado: “El dólar es una moneda artificialmente sobrevaluada”.
Por esas horas el billete tocó en las cuevas su máximo valor histórico y se vendió cerca de los $ 14,40. La brecha que separa al paralelo del oficial ya es del 71 por ciento. El Gobierno busca, ahora, dar marcha atrás en su política monetaria. En el mercado financiero sostienen que el oficialismo está actuando sin un plan, y viendo cómo tapar agujeros sobre la marcha. De hecho, las dos teorías incompatibles sobre el dólar (representadas en Fábrega y Kiciloff) mostraron su fracaso: en enero, con la salida de Mercedes Marcó del Pont y la llegada de Juan Carlos Fábrega a la presidencia de la institución, el Banco Central descongeló el dólar e impulsó una suba de tasas. La devaluación de enero provocó que, en una semana, el valor del dólar subiera un 18 por ciento, pasando de 6,80 pesos a 8 pesos. En aquel momento Kiciloff le dijo a Clarín: “Estoy cómodo con ese valor”. En esos días triunfaba la estrategia de Fábrega de acompañar la suba de precios con el dólar. La expansión monetaria en 2013 fue del 25 por ciento, y emitir más pesos le permitió al Gobierno cubrir el déficit fiscal. Pero con más pesos ociosos dando vueltas en el mercado se incrementó la demanda de dólares, el consumo y, por ende, la inflación. Fábrega propuso entonces dar un giro y trabajar para bajar la emisión:quitar pesos del mercado, subir las tasas y ajustar el tipo de cambio. Pero a partir de abril el Gobierno dio un giro en su política monetaria y se impuso la tesis Kiciloff: intentó contener la suba de tasas y volvió a congelar el dólar. Para Axel la suba de tasas había afectado el financiamiento y generado una retracción del consumo. Kiciloff consiguió convencer a Cristina Kirchner de que había que llevar las tasas al mismo nivel que tenían a principios de año. De este modo, desde el 11 de abril la tasa Badlar (Buenos Aires Deposit of Large Amount Rate), la madre de todas las tasas, bajó del 27 al 21 por ciento. Pero la inflación siguió avanzando y los pesos disponibles, lejos de irse al consumo fueron al dólar. O sea, los dos perdieron.
Escritos que circulan en el Palacio de Hacienda advierten que para lograr un equilibrio con la cantidad de pesos que hay en circulación, el dólar oficial que hoy se ubica en $ 8,42 debería ascender a $ 13,68. Es el resultado de calcular un dólar “de convertibilidad” con la división de la existencia de pesos en la Base Monetaria (391.010 millones) por los dólares de las reservas.
¿Por qué sigue subiendo el dólar blue?
Las tasas ofrecidas por los bancos a los ahorristas están por debajo de la inflación. El que apostó al dólar informal, sólo en lo que va del año ganó 41,4 por ciento, lapso en el que el dólar oficial subió 28,5 por ciento, luego de la devaluación de enero.
Se incrementó la expectativa de devaluación luego de que este mes el Gobierno permitiera que el dólar oficial subiera 20 centavos, llegando a $ 8,42. La inflación avanza y la caída de reservas alimenta la percepción de que el dólar oficial está barato y que hay retraso cambiario.
Hay faltante de dólares en el mercado, y el default minó la expectativa oficial de salir al mercado financiero a buscar inversiones extranjeras “Lo que pasa con el blue no es sólo política cambiaria”, le dice a Clarín una fuente de la industria. “Es una cuestión de expectativas que se vincula con el tema de los holdouts y la incertidumbre que eso provoca, porque se suponía que el Gobierno arreglaría e inmediatamente saldría a pedir crédito, y así resolvería las cuentas internas. Si eso no pasa, al déficit lo van a cubrir con emisión, y se genera más inflación y por tanto mayor recesión.La inflación, a la larga, se traduce en más devaluación del peso”.
“El problema de la falta de dólares es justamente la necesidad de importar combustible y el subsidio al consumo, que si se quita, dispara la inflación”, le dice a este diario Daniel Montamat, ex secretario de Energía.
“En el 2013 el déficit de la balanza comercial de combustibles fue de 6.163 millones de dólares, y este año lo estimamos en 7.500 millones. Este año los subsidios se estiman en 190.000 millones de pesos, y el principal rubro de estos subsidios energéticos es la compra de gas natural y combustibles a precios internacionales en dólares, muy superiores a los precios del mercado doméstico”.
“La clave es la inflación”, afirma José Luis Etchevere, presidente de la Sociedad Rural. “En la medida en que no se reduzca sensiblemente, por más que sigan devaluando, si hay inflación los supuestos beneficios de devaluar se esfuman en poco tiempo. El dólar hoy es un dólar teórico que no existe. No se pueden comprar billetes a ese precio. Esto ya lo vivimos veinte veces en la Argentina; por la brecha que hay entre el oficial y el blue la gente piensa que el oficial va a subir, entonces espera y especula”.
El dólar no sólo está ligado a los precios, estén o no formados por componentes importados. Está básicamente ligado a las expectativas. En períodos preelectorales la divisa tiende a subir, con lo que todas las proyecciones para el 2015 son al alza.
El economista Diego Giacomini explica: “De acuerdo con las proyecciones de expansión monetaria y de pérdida de reservas, nuestra estimación econométrica es un dólar blue en torno a $ 18,2, con un techo de $ 20,3 y un piso de $16,9 para fin de año o comienzos de 2015”. Mientras algunos cuestionan la base metodológica de ese cálculo, todos coinciden en una cosa: el dólar seguirá subiendo.
Investigación:JL/María Eugenia Duffard/Marcela Pagano.