Al momento de redactar esta nota, Argentina está en default, fue sancionada por la OMC por las trabas a las importaciones. En total 43 países denunciaron ante la Organización Mundial del Comercio las genialidades de Moreno y Kicillof para frenar las importaciones y ahora habrá que ver qué ocurre, porque si a la caída de las exportaciones que ya estamos teniendo le sumamos represalias de otros países, ni con el cepo multiplicado por 5 frenan la escalada del blue. Finalmente en poco tiempo más, seguramente, caeremos en desacato y terminaremos de hacer el gran papelón a nivel internacional. Realmente como argentinos dan ganas de salir con un megáfono por todo el mundo gritando: ¡no todos los argentinos somos como los k! Porque lejos de actuar en forma patriótica, el kircherismo está amancillando el nombre de nuestro país con este comportamiento propio de maleducados, desubicados, soberbios y estafadores.
Claro, la apuesta del kirchnerismo es transformar este tema de la deuda externa en la típica jugada que siempre hacen. Nosotros los k defendemos la patria y a los argentinos y todos los que opinan diferente son traidores a la patria, trabajan para los fondos buitres y estupideces por el estilo.
Por otro lado, los argumentos que esgrime el gobierno para no acordar con los holdouts y desconocer el fallo de la justicia americana no tienen lógica, porque recordemos que no fue Griesa el que falló contra la Argentina sino toda la justicia americana dado que también en segunda instancia el kirchnerismo perdió el juicio y la Corte Suprema de Justicia le dio la razón a Griesa. Por un lado el gobierno argumenta que no puede ser que solo un 7% de los acreedores pueda tener derecho a reclamar que le paguen lo que decía el contrato original. Un disparate conceptual que ya lo ha utilizado en el campo político. Para el kirchnerismo las personas no tienen derechos por ser personas, sino que tienen derechos solo aquellos que pertenecen a una determinada mayoría, sea ésta por votos o por cualquier otra razón. Cuántas veces le hemos escuchado a CFK decir: si no les gusta hagan un partido político y ganen las elecciones. Como si ganar elecciones otorgara el derecho a hacer lo que quiere al que obtuvo una mayoría circunstancial. Y hacer lo que quiere incluye usar el monopolio de la fuerza para establecer una dictadura. Si este fuera el sistema democrático personalmente me declararía definitivamente antidemocrático, porque, en ese caso la democracia se limitaría a ser un sistema por el cual en las urnas elegimos a nuestro dictador.
Bien, el mismo criterio utiliza con los holdouts. Como no aceptaron entrar al canje y son una minoría. no tienen derechos, aún ganando un juicio en todas sus instancias. CFK sabe muy bien, habiéndose dedicado ella su marido a los negocios, que siempre están los que buscan comprar al precio más bajo y vender al precio más alto. ¿O ellos no lo hicieron?
Pero justamente, hablando de precios, dicen al unísono CFK y Kicillof: los fondos buitres compraron por centavos la deuda y quieren ganar el 1.600%. En primer lugar, si los fondos de inversión ganaron tanto es porque fueron más astutos que los kirchner. En vez de estar dilapidando la plata en populismo, Néstor Kirchner y ella podría haber recomprado la deuda a precio muy bajo en el mercado, en vez es esperar a que otro les ganara de mano, la comprara y luego ganara un juicio para cobrar el 100% de la deuda más las costas del juicio y los punitorios.
La idea de Patria o Buitres es una burda copia del Braden o Perón o el si quieren venir que vengan… por Malvinas. Es un falso planteo de patriotismo, al punto tal que no es patriota aquel que destruye la credibilidad de la nación por buscar una ventaja política, más bien su desmedida ambición de poder político los transforma en traidores a la patria. De manera que el kirchnerismo no va a corrernos con el argumento de Patria o Buitres.
Personalmente considero que el Estado no debe endeudarse para financiar el gasto público. Si el Estado gasta más de lo que recauda, tiene que optar entre emitir moneda y cobrar el impuesto inflacionario o endeudarse. Eso es lo que ha hecho un gobierno atrás de otro, incluyendo al kirchnerismo, porque también es falso que se haya desendeudado. Por el contrario aumentó la deuda. La diferencia es que cambió de acreedor y de moneda, pero eso no quiere decir que esa deuda no constituya una pesada carga para el contribuyente o que en algún momento no haya que pagarla.
Pero la mejor vara para medir si el kirchnerismo, en este raid de papelones que nos viene haciendo pasar por el mundo con su comportamiento frente a los fondos de inversión y el comercio internacional, es analizar si contribuye a mejorar o a empeorar las condiciones de vida de la población.
Y aquí la respuesta es muy sencilla, solo logrando confianza, credibilidad, respeto por el derecho de propiedad, respetando los contratos firmados y cumpliendo con la palabra dada es que se consiguen más inversiones. Son las inversiones las que incrementan la demanda de mano de obra y la productividad de la economía mejorando la calidad de vida de la población.
Sin duda, con su comportamiento el kirchnerismo está espantando inversiones, con lo cual deteriora el nivel de vida de la población. Ahora bien, supongamos por un momento que todos aplaudimos el comportamiento patotero del kirchnerismo de no pagarle a los fondos de inversión que ganaron los juicios y nos ahorramos U$S 1.500 millones y nos reímos en la cara de Griesa no acatando los fallos de la justicia. Pregunta: ¿acaso no perdemos muchos más millones de dólares en inversiones que no se hacen por esta falta de cumplimiento de las normas que los U$S 1.500 millones que el kirchnersimo no le quiere pagar a los fondos de inversión?
En definitiva, lo que busca el kirchnerismo es maximizar en el corto plazo su beneficio político recurriendo a un falso nacionalismo a cambio de un costo que se traduce en menos inversiones, puestos de trabajo y calidad de vida de la población. Dado que el costo es mucho mayor al beneficio de ahorrarse U$S 1.500 millones, el discurso político será que ese costo que tiene que pagar la población es culpa de los fondos buitres, el neoliberalismo y estupideces por el estilo que, reconozco, en algunos casos prende bastante bien en una parte de la población.
El gran interrogante es hasta qué punto la gente seguirá comprando el discurso del falso nacionalismo y aceptando pasivamente seguir perdiendo su nivel de vida.
En otras palabras, no vaya a ser cosa que, llegado un punto, la gente diga: muy lindo el discurso Patria versus Buitres, pero la plata no me alcanza y con el kirchnerismo vivo cada vez peor. Ahí se cae el relato y el beneficio político de corto plazo se diluye.
Fuente: Economía para Todos