"Sólo alguien enfermo puede pensar en la teoría de cuanto peor, mejor. La crisis no beneficia a nadie en particular, complica a la gente", respondió Sergio Massa a LA NACION ante la consulta sobre cómo afectaba la aceleración de la crisis la proyección electoral de los presidenciables. De todos modos, en los últimos meses salió a exhibir cada vez que pudo al equipo económico del Frente Renovador, donde conviven ex ministros y funcionarios del duhaldismo y de Néstor Kirchner, con Roberto Lavagna a la cabeza. Una forma de dejar en claro que a su lado están quienes sortearon la tormenta pos 2001.
Cerca del líder del Frente Renovador identifican que Scioli puede ser el presidenciable más perjudicado si el Gobierno no logra contener la crisis, y que Massa puede favorecerse si contrasta su perfil de gestor.
Massa evita mostrarse más preocupado que antes por la situación que heredará el próximo presidente. "Los problemas se agravaron, pero las medidas que hay que tomar en los primeros 100 días de gobierno son las mismas. Eso no cambia", dijo a LA NACION.
En Tigre están convencidos de que el cambio de gobierno producirá, en sí mismo, un mejor clima de inversión. Pero para apuntalar ese proceso cada economista prepara planes sector por sector. Martín Redrado comenzó a hablar de un plan integral para bajar la inflación a un dígito en cuatro años, Ricardo Delgado trabaja en un marco para desarrollar el sector energético, Miguel Peirano e Ignacio De Mendiguren se enfocan en la recuperación industrial, Marco Lavagna en el sector agropecuario y Aldo Pignanelli en una reforma fiscal.