La campaña de maíz se encuentra en pleno proceso de cosecha del grano, entre subas y bajas que registró este año esa actividad agropecuaria.
“Los rindes son buenos, de entre 4.000 y 5.000 kg/ha, por arriba de lo esperado por muchos productores de nuestra zona, pero también existen lotes con menos volumen que eso. Pero de cualquier manera, hay que tratar de entregarlo y cumplir los contratos, o tratar de acopiarse. Estamos desfasados en la comercialización por el temporal de lluvia de mayo, este nos desfasó con las entregas”, reconoció Bernardo Luis Frau (h), productor y vicepresidente de la Cooperativa Unión y Progreso de La Ramada de Abajo, departamento Burruyacu, al noreste de Tucumán.
“Ese temporal afectó la semilla, el grano, provocando, además, algunas enfermedades que complican la comercialización”, comentó, y acto seguido dijo que “esto hace que algunos cargamentos sean rechazados”.
“Por eso, sólo se entrega el maíz con contrato; los acopios sólo toman mercadería en esas condiciones; con el resto de la producción, veremos qué hacemos”, señaló.
Desfinanciamiento
En este punto, Frau comentó que “el productor es optimista”, pero admitió que “los retrazos en la entrega de maíz y del posterior cobro de esos cargamentos, se traduce en que los bancos reducen sus créditos y las posibilidades de giro, por las dificultades de financiamiento que presentan muchos productores”.
El cooperativista dijo que al agricultor le resultó fácil liquidar la soja de esta campaña, lo que “le permitió pagar sus deudas y guardar algo de dinero para el maíz. Pero hoy, como los contratos están demorados, aumentó la presión de las deudas por este motivo”.
No todas las empresas vinculadas con el agro ayudan al productor. “Algunas compañías que comercializan agroquímicos nos ayudan con descuentos especiales por compra anticipada de los productos a utilizar en la próxima siembra de soja. Los asociados a nuestra Cooperativa hoy cuentan con este beneficio, que es una ayuda al financiamiento”, comentó.
Falta transporte
Pero los problemas con la logística, con el transporte del grano, son un verdadero dolor de cabeza.
“La logística de entrega se complica. No solo faltan camiones para entregar, por ejemplo, en Santa Fe, sino que hacerlo desde Tucumán es muy caro porque el camión va lleno y regresa vacío a nuestra provincia”, describió. Trasladar 1.000 kg de maíz hasta Santa Fe cuesta $ 550, cuando el ‘precio disponible’ del grano es de $ 1.000. Entonces “nos queda muy poco; la rentabilidad es baja”, señaló.
Todo esto conforma un “panorama muy complicado para el agricultor en esta campaña de granos 2014”, dijo.
Números rojos
“Los números son negativos o muy ajustados, no solo por lo descripto, sino también por la fuerte presión fiscal. Entonces, la solución es achicarse o agruparse para comprar en grupo. Además, aumentó la desconfianza en algunos bancos, que decidieron no aceptar cheques de productores que en algún momento tuvieron algún rechazado”, describió con preocupación. “Por eso, hay que negociar los fletes, volcarnos a hacer warrants, negociar la compra de los químicos y tener una logística armada”, dejó como recomendación.
Costos por las nubes
El informe semanal de GEA ( Guía Estratégica para el Agro) de la Bolsa de Rosario, del 7 de agosto último, daba cuenta de un hecho preocupante: la caída en la intención de siembra de maíz en la zona núcleo para la nueva campaña, sobre la base de encuestas que marcan un potencial 20% menos de área maicera en la zona núcleo. Esto provendría de una baja del 24% en la superficie de maíz de primera y un 13% menos del tardío, con respecto al ciclo anterior.
Comparando cómo eran los números del productor de maíz hace 11 años, entre el 2003 y el 2014, el informe concluye que los costos e insumos medidos en U$Smuestran aumentos superiores al precio esperado del cereal, lo cual -lógicamente- perjudica al productor.