Deere, el fabricante de equipamiento agrícola más grande del mundo y dueño de la marca comercial John Deere, recortó sus estimaciones de venta de maquinaria agrícola en la Argentina porque, según informó, las ajustadas condiciones del crédito en Argentina están afectando las ventas. Así lo indicó información publicada por la agencia Reuters sobre el reporte de ganancias trimestrales de la compañía cuyos emblemáticos tractores supieron ser los más vendidos en el país.
Las ventas de maquinaria agrícola en el mercado nacional vienen deprimidas hace tiempo, aunque mayores precios unitarios por la inflación incrementan la facturación, pero no reavivan el mercado. En unidades, las ventas del segundo semestre cayeron casi 25%, aunque la facturación creció más de 11%, impulsadas por las ventas de maquinaria producida en el país.
Un plan de estímulos a la compra de maquinaria producida en el país lanzado por el Gobierno nacional, que implica créditos a tasa subsidiada, permitió que las ventas del sector no cayeran aún más.
Pero los anuncios de John Deere van más allá de la Argentina. La firma dijo al mercado que redujo sus proyecciones de ventas globales para el año completo, debido a que una caída en los precios de los granos disuadió a los agricultores de comprar maquinaria.
La compañía estadounidense, con sede en Moline, Illinois, dijo que espera ganar u$s 3.100 millones en el año fiscal 2014, por debajo de los u$s 3.300 millones de su estimación previa.
Deere dijo que espera que sus ingresos agrícolas totales en Estados Unidos, que están estrechamente relacionados con la inversión en nuevos equipos, disminuyan a u$s 387.100 millones en 2014. La cifra es menor a los u$s 407.100 millones de 2013 y a los u$s 392.700 millones de su pronóstico anterior.
Dentro de Sudamérica, también prevé recortes en las ventas en Brasil, por el alza de las tasas de interés. La empresa indicó que espera que las ventas industriales para todo el año en la región bajen un 15%, debajo de un declive del 10% en la estimación previa.
En un comunicado, el presidente y presidente ejecutivo de Deere, Sam Allen, dijo que la compañía estaba disminuyendo la producción a la par de una caída en la demanda global de sus productos agrícolas.
El único punto alto en el estructural mercado agrícola de Deere fue el sector ganadero de Estados Unidos, donde la empresa dijo que un alza en los precios de la carne y el pollo estaba estimulando la venta.